Los angelitos de Hydra 1

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Por un momento Steve realmente pensó que sería un buen día, porque la pelea con su bebé y un pañal sucio no era nada a lo que no se hubiera enfrentado antes pero ahora mismo esta frente a una gran tragedia.

Momo estaba desaparecido.

Steve ni siquiera había pensado en las palabras de Tony pero ahora mismo entendía perfectamente aquella frase, su corazón estaba quebrandose al ver la carita llena de dolor y tristeza de Harley, se sentía como el peor padre del mundo al escuchar los sollozos bajitos y desanimados, hubiera esperado berrinches y gritos pero el desánimo de su pequeño era tan grande que se podria comparar con la perdida de un ser querido, claro que para su anteriormente risueño niño ese peluche feo y viejo lo era por completo.

Trataba de consolarlo meciendolo en brazos y diciéndole palabras de ánimo, pero no parecía funcionar el pequeño parecía temblar entre los brazos de su papá.

Cada persona en la base había sido movilizada en busca del juguete, incluso Johnny se unió a la búsqueda pero nadie daba razón alguna.

—Har ¿Papi te regalo a Momo?

La idea de que su esposo le hubiese dado algún tipo de peluche robot no era del todo alocada y eso explicaría su desaparición, Harley negó con la cabeza aferrando su manitos en la camiseta de su padre.

—Quiero a Momo, te pometo que me porto bien, soy buen niño

—Lo sé cachorro, lo vamos a encontrar

Steve se estaba desesperando, necesitaba a su niñito feliz y correteando por todas partes, podría enviar a uno de los agentes o a Marvin a comprar un peluche idéntico con algo de suerte Harley no se daría cuenta.

Sin dejar de susurrarle ánimos a su hijo empezó a buscar una foto en su celular donde el peluche se viera bien era la única opción no hiba a permitir que su cachorro enfermara por llorar demasiado.

—¡Papá, encontré a Momo!

La voz de Johnny nunca antes le había parecido más dulce al rubio mayor, troto al encuentro de su hijo.

Con el pecho inflado de orgullo y tan firme como había visto a los soldados estar Johnny señalaba a Momo.

—Bien hecho soldadito

Steve besó la frente del pequeño rubio y sacó al peluche de aquel cajón, después se preocuparía por resolver la razón de que estuviera en el cajón del escritorio de Marvin y que nadie lo hubiera encontrado, ahora mismo solo le interesaba regresarle la sonrisa a su hijo.

Johnny sin embargo están enojado con su papá, era mucho más distraído de lo que su Papi le dijo, había pensado mucho en su plan pero su papá no hacía lo que tenía que hacer.

Cuando una persona hacía llorar a Harley su papi hacia llorar mucho más a esa persona, se supone que su papá debía hacer lo mismo pero no parecía ni un poco enojado con Martín, tal vez no quería a Harley tanto cómo pensaba.

Miró a Peter gateando debajo del escritorio de su papá y recordó lo mucho que su papi se enojó cuando él biberon de su hermanito bebé estaba muy caliente, se enojó tanto que obligó a esa persona a lavarse la cara en una sartén de la que salía mucho vapor, no sabía que paso después porque Pepper les llevó a volar un helicóptero de juguete.

Le pareció haber encontrado al fin una utilidad para su apestoso hermanito, iba a cumplir con la importante misión que su papi le encargó por que él ya era un niño grande y un buen soldado justo como su papá.