Pretty liar

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Narra Emily

Subí las escaleras y entre a la habitación, encendi el televisor y el reproductor de DVDs, puse el disco y en unos segundos comenzó reproducirse, al iniciar venían nuestras iniciales y después comenzó con la música.

Pasaron la ceremonia, cuando él dio sus votos, cuando yo di los míos y nuestro beso.

Tom había cantado para mi esa noche, la canción era una de Elvis Presley. De pronto enfocaron la Cámara en él.

— ¿Puede decir algunas palabras para su esposa?

— Claro - sonrió - la primera vez que bese a mi esposa, ella aún no era mi esposa era solo una chica en un bar. Cuando nos besamos, debo confesar, fue como si no hubiese besado a otra mujer antes. Fue como mi primer beso, mi beso correcto, te amo Emily y gracias por aceptar ser mi esposa.

Luego de unos segundos apareci yo, tenía una Copa de champagne en la mano y sonreía.

— Debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido, que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no podría conseguirlo. Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el paraíso. Eres el amor de mi vida Tom y siempre lo serás.

Siguieron pasando a más personas, Sebastian, Ben y otras personas que no recordaba. Todas hablaban y nos deseaban lo mejor. De mis ojos habían comenzado a salir mil lágrimas, supongo que ese había sido el día más feliz de mi vida.

La puerta de la habitación se abrió y entró Tom, me miro preocupado y se acercó a mi, claro que me vería preocupado ya que yo estaba llorando.

— ¿Qué sucede, mi amor?

— Ví el video de nuestra boda - lo mire y me abrazo - intento recordarlo pero no puedo... Tom no puedo hacerlo.

— Tranquila - paso su mano por mi cabello y dejó un beso - ya lo harás con el tiempo.

Él me abrazo aún más fuerte sin hacerme mucho daño.

Esta era la tercera semana de Octubre, gracias a las terapias ya podía tomar en brazos a Sam. Ambos estábamos en su habitación jugando, yo lo tenía abrazado y le daba muchos besos en su mejilla mientras que él sonreía.

— Mamá - pronunció -

— Eres tan adorable - sonreí - te amo demasiado.

Escuche la puerta principal abrirse y luego las voces de los niños, se escucharon sus pasos subir las escaleras y después aparecieron en la puerta, ambos traían sus uniformes.

— Mami - sonrieron -

— Hola - sonreí - ¿qué tal la escuela?

— Bien - Emma sonrió -

— Mami estuve tocando un instrumento en la clase de música - Will sonrió - y luego hice un dibujo y a la maestra le gusto.

— Que bien - sonreí -

— Hola - Tom saludo y levante mi vista para verlo -

— Hola - sonreí -

— Hay alguien abajo que quiere verte.

— ¿A mi? - lo mire -

— Si.

— Bien.

Me puse de pie y tenía a Sam conmigo, Tom lo tomó en brazos.

— ¿Qué tal el día? - me acerque a él -

— Estuvo bien - me beso - hablamos cuando estemos en la cama, ve a atender a quien te visita.

Susurros del corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora