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Estaba sentada en el sofá, mí cabeza daba muchas vueltas, también me dolía.
Danna se acerca con un vaso de vidrio y éste contenía agua en su mano izquierda y una pastilla para el dolor en la otra. Elevo la cabeza, ya que la tenía apoyada entre mis manos, agarré ambas cosas, introduje aquella pastilla en mí boca y bebí del agua, dejándolo un poco a la mitad.
"Debes ir a descansar" dijo mirándome, pero niego.
"Tengo cosas que hacer" dije levantándome del sofá.
"Pues, puedes hacerlas mañana" dijo muy obvia "No lo crees sonsa" dijo arqueando una ceja.
"Lo sé..." suspiré.
"Te tengo una pregunta".
"No empieces, por favor" dije.
"¿Qué hacías con Do Hyun?" entrecierra sus ojos. Y se me vino a la cabeza lo de hace unas horas, estuve a punto de besarle, soy una tonta. ¿Pero, quien no se resistiría a sus labios?
"Eso no te importa" comencé a caminar, dirección a mí habitación.
"Es extraño sabes..." dijo curiosa "¿Cuando conociste a Do Hyun?".
"¿Puedes parar?" dije estresada.
"Continua" dijo la voz de mí padre frente mío. Tragué saliva, bueno, no solo yo, supongo que Danna igual "¿Cómo puedes llegar hasta ahora a casa?" dijo molesto "Y de paso me mientes, diciéndome que estaba 'enferma'. ¿Donde estabas?" pregunto mientras se acercaba.
"Lo mismo te pregunto" dije seria, él se detiene de golpe.
"¿De qué hablas?" susurra.
"¿Donde estabas y con quien estabas?" pregunte.
"Estaba en la oficina, con mí jefe" reí "¿De qué te ríes?".
"Tú también eres un mentiroso" sonreí de lado, la mirada de mí padre estaba muy fija en mí, puedo ver en el confusión y enojo "Mientes, te vi" no iba a involucrar a Danna en éste tema "¿Quien mordería sus labios con vileza su jefe?" ahora yo me empecé a acercar a él "¿Crees que la oficina es un restaurante?" él se tensa "Dime... ¿Quien diablos era la mujer que estaba contigo en el auto?" me acerqué más a él, mientras que él retrocedía "Ahora dime..." necesito saber que sucedió con mi madre y aquellas capturas me las demostró todo, solo quiero oírlo por parte suya "¿Qué le ocurrió a mamá?" la ultima pregunta hizo que se tensara aún más.
"Eso a ti no te importa" dijo con voz ronca. Quería llorar, pero no frente a él y de nadie.
"¿Qué no me interesa?" dije "¡¡Crees que no me interesa!!" abrís mis ojos como dos platos grandes "¡¡Dime que fue lo que le ocurri...!!".
¡¡Crash!!
El vaso de vidrio cayó al suelo, rompiéndose en mil pedazos y el agua que contenía dentro de el se regó por todo el piso, cayendo también sobre mi padre y en mí. Mí mejilla me ardía y mi rostro había quedado en perfil y mí cabello cubrió todo mi rostro.
