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Ya había pasado unos minuto desde que tome asiento para esperar mi bus, miré por la dirección que venía, a ver si aún encontraba al animal sentado. Pero no, lo más probable es que se haya ido. Debe de estar perdido.
Sentí lastima por él, torcí un poco mis labios, debería estar yendo ahora mismo al trabajo. Miré la hora, 6:054 de la tarde.
Suspiré, no creo poder llegar temprano.
Tuve que esperar otros cinco minutos más, así fue,ya que por una extraña razón, no veía el bus. Ya cuando llega, me levanto rápidamente y subo en el.
Tomo asiento en la parte de la ventana. Abro un poco de ella. Sintiendo el delicioso aíre que sentía por mi rostro, inhalé profundamente y exhalé. Sintiéndome relajada y tranquila. Sonreí.
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"Hola" dije saludando a los empleados "¿Qué tal con el trabajo?" pregunté dejando mi bolso a un lado.
"Esta muy estresante" dijo una chica. Se le notaba muy cansada.
"Hey, colitas" esa es la voz de mi madrastra; La joven voltea a mirar a la mayor "No te quedes ahí parada, ve a entregar este plato" dijo dejándole el plato en sus manos de mala gana.
Al parecer no notó mi presencia, así que fui dando la media vuelta lentamente. Debo ir a atender antes de que me vea.
"oh, ____" vaya suerte la mía. Ella se cruza de brazos
"¿Si?" dije dándole la espalda.
"Llegas tarde niña" me quedé unos segundos callada "¿Qué esperas? Ponte a trabajar, ve a atender a los clientes" volví a dar media vuelta y la miré con una sonrisa un tanto fingida.
"Si señora" dije pasando al lado de ella, empujándola con mi hombro.
"Descarada" murmura molesta.
Narrador Omnisciente:
"Dios ___" dijo uno de los empleados "Podrías hacerme un gran favor" dijo estresado.
"Lo siento, sabes bien que te ayudaría en lo que fuera pero" dijo tomando un bolígrafo y la libreta "Tengo mesas por atender" pasa por su lado, pero él la toma del brazo.
"A eso es lo que voy" voltea hacía atrás "Mira. ¿Ves aquella mesa?" señala. Donde se encontraba tres hombres y una mujer.
"Ehmm si" dijo curiosa y arquea una ceja.
"Puedes atenderlos por mí" suplica.
"Bien" el agradece y le da leves golpes en el hombro. Acomoda su cabello, recogiéndolo como un dona, acomoda su ropa, usa el cubre bocas, toma las cartas del menú y se acerca a ellos con un "buen humor".
