The Owl Lady.

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Luz corría de nuevo en lo que parecía una cocina oscura al ser perseguida por un flexible y raro tubo de madera, tirando cosas por doquier.
— ¡Lo siento pero a Eda no le gustan las visitas inesperadas! ¡HOO! —Luz brincó a la mesa y tomó un cucharón, con el que trató de defenderse cual caballero en la batalla.
—¡Aléjate de mi! —la criatura sólo tenía que moverse a los lados mientras la humana daba cucharazos al aire, pero la rodeó con su propio cuerpo, dejando solo sus brazos al descubierto.
— ¡Auch! ¡AU! —Luz lo golpeaba en la cabeza— ¡Deja de pegarme! —y distinguió lo que parecía ser el rostro de un ave— ¡¿Así es como tratas al anfitrión?! ¿Que son esos modales? ¡HO!¡Ho! —y Luz distinguió que la cosa que la tenía atrapada era una especie de búho.
—¡¡Déjame ir!!
—Lo siento, pero podrías ser peligrosa —dijo con voz cantarina—. Te mantendré aquí hasta que Eda vuelva y lo compruebe —Luz intentaba zafarse pero la cosa apenas le permitía respirar— así que por lo mientras voy a hablarte de la vez que un gorrión entró a mi hocico... —y comenzó a hablar y hablar. Luz se tapó los oídos por el molesto timbre de su voz diciéndose a sí misma: "¿Porqué no saqué la varita de la mochila?... Nota mental: llevarla a todos lados", miró su reloj que apuntaba el medio día, con tiempo suficiente para pensar en un plan de escape.
—... y luego yo... —el ave fue interrumpida por otra voz lejos de la cocina.
— ¡Hooty! ¡Tienes la puerta abierta! ¿Qué haces en la cocina? —Luz se asustó por que la voz se aproximaba.
— ¡Oh no, no no no! —y seguía tratando de zafarse hasta que entró una bruja de pelo canoso hablandose a sí misma...
—Debo racionar mi elixir, espero que Mortón tenga más en la mañana o si no- ¡¿Qué estás hacien... —extrañada miró al ave enredada sobre Luz— ¡¿Y tú quien eres?! —tomó su palisman apuntando hacía la chica.
— ¡Espera! ¡Esto es un mal entendido! ¡Lamento entrar a su casa no fue mi intención, solo buscaba donde esconderme!
—Sueltala Hooty. Y enciende las luces que no veo nada
— ¡Está bien! —el ave tiró a la chica al desenredarse de ella y al momento que las luces se encendieron la mujer reconoció la capa del aquelarre del emperador.
— ¡Un momento! — y chasqueando los dedos se le quitó para revisarla— ¡¿Trabajas para el aquelarre del emperador?! ¡No quiero otro tonto intento de trampa de mi hermana! ¡LARGO DE AQUÍ!
— ¡Si largo de aquí! ¡HOO!
— ¡Hooty, regresa a la puerta!
— Está bien — la cosa salió de la cocina sin dejar de mirar a Luz.
—¡Espera... es que no sé dónde estoy, me perdí! —luego una pequeña y adorable criatura entró a la cocina.
— ¡¿Qué es todo este alboroto?! ¡Es hora de la siesta de King!
Y Luz al verlo se abalanzó para cargarlo.
— ¡Descuida tierna criatura, nos sacaré de aquí! —intentó correr pero el peludo comenzó a despeinarla para zafarse de ella.
—¡NO! ¡DÉJAME! ¡EDA QUITAMELA! — la bruja golpeó el suelo con su palismán dejando a Luz suspendida en el aire y de cabeza, haciéndola tirar al pequeño al suelo...
— ¡Eres una humana! —exclamó al observar sus orejas descubiertas por su cabello— ¿Porqué no me dí cuenta cuando entraste? ¡¿Acaso Belos ahora conspira con humanos para atraparme?!
—¡Respondele! —le gritaba el pequeño a la chica.
— ¡BÁJAME!
— Espera... —la bruja no confiaba en ella, quería saber que ocurría y caminó con la humana levitando a otra habitación en la que al entrar Luz vió enseguida un cártel de búsqueda enmarcado.
— ¡Oye!... ¡¿Tú eres la dama búho?!...
— Si si niña, hazte la tonta —pero era la primera vez que Luz veía uno de sus carteles.
—¡Si, haste la tonta! — dijo el pequeño.
— Pero solo para recordartelo... ¡Soy EDA! ¡La dama búho y la bruja más poderosa de las Islas hirvientes!... ahora... —la bruja hizo aparecer una jaula alrededor de Luz y luego cayó al suelo.
— ¡Ahora postrate ante mi, King, el rey de los demonios! —la bruja se acercó intimidante a la chica.
—... Ahora quiero respuestas... —Luz trató de lucir como si no tuviera miedo.
— ¡¿O si no qué?! —dijo con voz retadora pero los pies le temblaban.
—Te comeré... —Luz se puso un poco pálida a pesar del color de su morena piel.
— ¡No puedes comerme!, no tengo un buen sabor aunque parezca que lo tengo pero en verdad no lo tengo
—Bueno... quizá yo no te comería. Comer niños es del año 1693... pero él sí —dijo señalando a King.
—¡Siii, comida fresca! —dijo  frotándose las manos, haciendo dudar a Luz sobre si el peludo seguía viéndose adorable.
—¡Además podría venderte alguno de mis objetos humanos!... pero antes, ¿Cómo llegaste aquí?, si solo yo conozco la forma —a Luz se le iluminaron los ojos abriéndose como un par de platos al escuchar esas palabras.
— ¡¿Es en serio?!... —pero Eda pensó que no sería buena idea hablar de aquello hasta no ver de qué forma podría sacarle provecho y le dijo:
— Quise decir... creo conocer la forma. Pero entonces necesito tus respuestas para comprobarlo —y Luz, con una pequeña pizca de esperanza por volver a su mundo decidió responder a todo lo que preguntara.
— ¡Está bien!... Lo haré. Preguntame lo que quieras.
— Y no quiero mentiras, si lo haces me daré cuenta.
Luz pensó que tal vez podría negociarlo a cambio de su liberación.
—Claro, pero cuando tengas lo que necesitas me dejarás ir y me dirás cómo podría volver. Debes prometerlo
— Pff, si si, lo prometo —Eda pensó que la niña era demasiado confiada, sin pedir algún tipo de garantía— pero espera... mira como dejaste mi cocina —entonces tenía que aprovecharse— no creas que te dejaré responder mis preguntas sin hacer solo nada
— ¡Esta bien! Limpiaré tu cocina —enseguida la jaula desapareció.
—¡Oye yo también quiero algo! —la criatura exclamó demandante— me harás un bocadillo, tengo hambre — Luz acarició a King y este no protestó cuando se dejó cargar por ella— jijiji, así es como se trata a un rey.
— ¿Como podría negarme? ¡Eres tan lindo! —(Acento dominicano)— Buen chico.

El Aquelarre Del Emperador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora