𝐌ASTER𝐌IND. ❬ han ji-pyeong ❭

© CAPÍTULO CINCO.

ERA CIERTO QUE EL SEÑOR HAN nunca tuvo amigos verdaderos, siempre fue él y la soledad, él y la señora Choi, él y sus compañeros de trabajo. ahora era, él y Eunbi.

Quien hubiera pensado que esos dos serian unos grandes amigos, se entendían a la perfección y sus conversaciones nunca se volvían aburridas, los temas de trabajo nunca eran el centro de atención, lo que hacia el ambiente mas agradable. ambos estaban un poco hartos de todo lo que pasaba en su trabajo asi que preferían no hablar de ello.

Mientras que Eunbi disfrutaba su noche con el mayor, riendo y bebiendo, habia abusado un poco del alcohol por lo que decía cosas sin sentido alguno.

— ¿vio que una empresa se disolvió en su primer día?— habló la menor tropezando con las palabras, al mismo tiempo que ladeaba su cabeza de un lado a otro debido al alcohol en su organismo.

— Es lo que suele pasar, las personas cambian, no se ponen de acuerdo y el director fracasa. he visto muchas cosas similares.— Explico el señor Han hacia la chica, a diferencia de ella, él no habia bebido demasiado, ya que trataba de dedicarse en cuidar a la peliazul.

La cabeza de ella se caía inconscientemente por lo que el mayor decidió dejar que se apoyara en la palma de su mano. le habia advertido que no bebiera mas de lo debido, pero ella hizo caso omiso. estuvo reteniendo sus sentimientos en estos últimos días, por lo que recurrió a la opcion mas fácil; Alcoholizarse.

Ella originalmente estaba sola, pero se encontró con su nuevo amigo, asi que lo invito, él se negó, pero prefirió quedarse a cuidarla para que no hiciera ninguna locura.

Escuchaba con suma atención los relatos que salían de la boca de la peliazul, la mayoría no tenian sentido y por suerte Eunbi nunca hablo sobre su verdadero problema frente al mayor.

— Tengo que ir a un lugar.— dijo la menor mientras se levantaba de su asiento, se tambaleaba mientras que lo hacia, asi que su acompañante la ayudo.

— No puedes.

Se negó el hombre, por lo que Eunbi hizo un puchero y volvió a hablar: — Tengo que ir ahora, mañana no seré tan valiente como para hacerlo.

suspiro y trato de caminar, acción fallida, Han no iba a dejarla irse asi como estaba, por lo que paso uno de sus brazos por debajo de las piernas de la menor y con su otro brazo la tomo por abajo de los hombros, cargándola y llevándola a su coche.

—Mañana iras. yo mismo te acompañaré si es necesario.— Fue lo ultimo que dijo, ya que tomo el teléfono de la chica y marco a el primer contacto de emergencia que encontró. La voz de una señora mayor se hizo presente. le explico la situación y ella le dio la dirección de su hogar.

El mayor se encargo de que su amiga llegara sana y salva a su casa, al estar frente a ella, miro sobre su hombro, encontrándose con la adorable imagen de Eunbi durmiendo, su cabello tapaba la mirad de su rostro y sus labios formaban un diminuto puchero. Volvió a cargarla como antes lo había hecho y la dejo en la puerta de su hogar.

(...)

Al día siguiente la directora de Gio Lab se miraba como nueva, apareció con una agradable sonrisa en su rostro, sonriéndole a todo aquel que encontraba en su camino.

Recordaba con exactitud todo lo que habia pasado la noche anterior, se sentía avergonzada de solo pensar en eso, por lo que solo lo ignoro.

Todo el pasillo se encontraba en completo silencio, las empresas estaban trabajando en sus respectivas oficinas, hasta que un gran escandalo hizo que todos salieran a ver que era lo que pasaba.

La empresa de SamSan Tech tenia una disputa, Eunbi miro como Yong-san se marchaba dejando atrás a su equipo, se detuvo a hablarle mal a su directora, ya que por su culpa habia peleado con sus mejores amigos. Ella no lo pensó mucho cuando fue corriendo detrás de él.

—¿Pelearon?— preguntó como si no era tan obvio. El chico la miro mal y volteo su mirada a otro lado.

—No trates de usar esto a tu favor, no pienso unirme a tu empresa.—aclaró causando una escandalosa risa por parte de la contraria.

—Yo no pienso hacer eso, estoy feliz con el equipo que tengo hasta ahora, simplemente quiero que tú estés bien.— explico mientras daba leves palmaditas en la espalda de su ex-amigo.

— Chul-san y Do-san pelearon por culpa de Dal-mi.

Dijo después de unos extensos minutos de silencio, asi que la menor lo miro con interés, y el volvió a hablar:— él no se siente contento de que la señorita Seo tenga la mayoría de las acciones, se supone que Do-san seria el accionista mayoritario.

La peliazul se quedo con él, explicándole mejor la situación y dándole ánimos para arreglarse con sus amigos. Ella estuvo reflexionando un poco y era en vano el que le tuviera rencor a los que en un pasado fueron sus amigos, asi que simplemente se dedicaría a apoyarlos, como antes.

Si bien, era cierto que extrañaba hablar con esos tres chicos, eso no quería decir que volverían a ser amigos, primero quería ver cuanto interés tenian en recuperar su amistad.

(...)

Yong-san le contó todo a Chul-san e indirectamente a Do-san, quien estaba escuchando a escondidas su conversación. Le hablo de lo que la Kang le habia dicho, recordaron el como habia comenzado SamSan Tech y en lo mucho que Do-san habia ayudado al Lee, recordaron como eran las cosas cuando Eunbi seguía siendo parte de su empresa, esos días donde ella llegaba con comida y una sonrisa que iluminaba el rostro de los tres, sin duda fue una parte importante en sus vidas.

Los tres estaban dispuestos en recuperar su amistad, esa amistad que duro por muchos años y que difícilmente se olvida.

La paz que adornaba el ambiente se vio interrumpida por la voz de una pareja entrando al lugar.

— Sigo algo decepcionado de que no me hayas elegido como su mentor, realmente decepcionado.— dramatizo el señor Han, estaba tan metido en la conversación con la menor que ni siquiera miro el lugar en donde habían entrado.

Ambos chicos los miraron con curiosidad, era raro que Ji-pyeong estuviera ahí por su propia cuenta y aun mas, que no estuviera hablando con seriedad o molestia en su voz.

—Y-yo pensé que no estaban aquí, solo venia por mis cosas. creo que mejor vendré luego.— habló con nerviosismo. Tomo la mano de su acompañante y salió con rapidez del edificio.

El señor Han estaba interesado en el por que de la situación que acababa de presenciar, pero prefirió no decir nada en todo el camino.

—¿y si vamos con la señora Choi?