Capitulo 18

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    El ceño de Jungkook se frunció cuando noto que su pijama no estaba allí, tal y como se lo había pedido a Taehyung hacia unos minutos atrás. Simplemente suspiro, no estaba sorprendido de que su hyung no haya echo lo que pidió, puesto que el mayor siempre olvidaba las cosas con facilidad. 

  Así que salió del pequeño cuarto, luciendo una toalla alrededor de su cintura y bajo esta su ropa interior, pensaba darle un susto a su hyung, haciéndole creer que estaba desnudo e iba a vengarse; sin saber que el contrario ya estaba temiendo su destino.  Sin embargo, sus planes de tener un momento de diversión con Kim se fue a la basura cuando vio la caja salmón en el suelo, sin tapa y vacía. 

  Sus manos temblaron e incluso le costo dar esos tres pasos para acercarse y encontrar aquella escena que termino por desgarrar su corazón. Allí estaba Kim Taehyung, sentado en el suelo, con la mirada perdida y sosteniendo aquella mascara que parecía tener vida de lo tanto que temblaban las manos del castaño. 

 Había pensado tantas veces en este momento, planeando las excusas o sus movimientos pero ahora mismo se le era imposible siquiera cerrar la boca o retener aquella lagrima que se deslizo por su pálida mejilla hasta su mandíbula, dejando un húmedo camino hasta caer al suelo.

  Con lentitud, Taehyung levanto la mirada hacia el menor, luciendo aturdido y horrorizado, sus ojos parecían estar perdidos aunque lo estuviese mirando.   

—Jungkook...—Susurro, llamando al nombrado como quien pierde a su mascota y, aunque Jeon no era un animal, Taehyung sentía que lo había perdido. —¿Q-Que es esto, Jungkookie...?—Lo miro esperanzado, deseando que el maknae riera y dijera que solo se trataba de una mala broma, donde él lloraba y el contrario, preocupado, iba a abrazarlo y llenarlo de besos mientras se disculpaba por el amargo chiste pero no ocurrió, en su lugar, obtuvo un silencio como respuesta. Un silencio que le pareció desgarrador, Jungkook tenia su corazón en mano y no paraba de estrujarlo.—...Por favor—Pidió, parándose de su lugar para quedar a una misma altura. 

  La mandíbula de Jeon se tenso e incluso su aura se volvió turbia, asustando aun mas al mayor, quien dio un paso hacia atrás, paso que Jungkook recupero por miedo a que el mayor tropezara, puesto que estaba caminando de espaldas. 

  —Lo siento —Fue lo único que salieron de aquellos labios, demostrando, por fin, lo destruido que estaba al encontrarse borde al precipicio, dependiendo su vida de aquella soga que tomaba Taehyung desde el otro extremo, quien cada vez la dejaba ir un poco más.—Taehyung hyung...—Estiro su mano, queriendo tomar la ajena pero se detuvo cuando noto como lo miraba su hyung por que fue ahí, cuando al ver la mano que iba en su dirección, Taehyung recordó aquella vez que fue tomado por el cuello y puesto contra la pared, también cuando el menor llego de madrugada para dormir con el, enterándose al otro día del nuevo homicidio, y recién ahora entendía el cambio de semblante en Hoseok, él no quería preguntarle sobre si quería café o te. Como si fuese un rompecabezas, Kim fue juntando piezas hasta que su corazón le grito que parara, que ya no necesitaba mas pruebas. Era él, el asesino a quien tanto le teme es él, Jeon Jungkook, su niño.

 —¡A-Alejate!—Grito, manteniendo sus ojos abiertos como platos y dejando salir las lagrimas que llevaba rato reteniendo. Su cabeza había comenzado a doler por el esfuerzo, haciendo que subiera una mano a esta, como si ello cambiara algo. 

 Jungkook se detuvo, volviendo a ver la misma escena de hacia unos días y ahora, él realmente esperaba que Taehyung se desmayara y volviera a olvidar todo pero, como dijo una vez, ya no podía mentirle. Estaba acabado. 

Se termino. 

—¿Es mentira, no es así? 

—...Taehyung...

—No era solo un atacantes... Tu...

—Lo mate.—Confeso pero no sintió aquel alivio del que siempre se habla, ni siquiera sintió un peso menos, solo era aquella preocupación que lo estaba ahogando en un extenso mar. 

 La mascara que estaba en la mano del mayor cayo al suelo, creando un sonido que resonó entre aquellas cuatro paredes. Se sintió idiota, pisoteado e incluso usado, no solo convivía con un asesino en serie, si no que este le había mentido, mirándole a los ojos y todas aquellas veces en las que juro protegerlo, diciendo que no permitiría que alguien le pusiera una mano encima.

  Pero a pesar de estar cayéndose a pedazos, aun miraba con esperanzas a aquel niño que vio crecer y hoy era un desconocido que se hacia llamar Jeon Jungkook. Se negaba a aceptar la realidad que estaba viviendo, él no podía ser el mismo chico que hacia pucheros si no conseguía salir con él o entender aquella ecuación de matemáticas que, de tanto explicarla, se la había aprendido de memoria. Ese hombre que tenia una expresión seria y sus manos manchadas de sangre... No podía ser su amigo.

 Un silencio hizo presencia en la habitación, aumentando la incomodidad que se sentía en el ambiente, se le hacia preocupante al menor no recibir ningún comentario por parte del contario, aunque fuese malo y tal vez lo lastimara, quería oír algo, algo que le hiciera pensar que Tae lo quería.  

  El primer movimiento lo hizo Taehyung, quien dio dos pasos hacia al frente, queriendo huir de la habitación cuando sintió un punzante dolor atacar su cabeza pero su deseo se vio interrumpido cuando la vista se le nublo hasta apagarse, cayendo desmayado sobre Jungkook.  Fue sujetado con firmeza por la cintura, evitando que llegara a tocar el suelo. 

—Hyung...

 Inevitablemente lloro, abrazando con fuerza al cuerpo dormido de Kim, pensando que seria la ultima vez que lo tendría entre sus brazos.

—...Lo siento tanto... Prometí que iba a protegerlo y eso hare, aunque deba hacerlo de mi mismo también —Dejo al cuerpo sobre la cama, sabiendo que sus desmayos no duraban mas de veinte minutos, tiempo suficiente para irse... pero no para despedirse.

  Lo miro, como un coleccionista mira su objeto mas antiguo o un ladrón el diamante mas caro. Estiro su mano para acariciar la mejilla del castaño, subiendo a recorrer el rostro ajeno con las yemas de sus dedos, para no solo recordar su rostro en vista, si no también en tacto. Deposito un beso en su mejilla, pensaba hacerlo en los labios pero no quiso hacerlo, no quería darle aquel  beso y que se sintiera como un adiós, no quería decirle adiós, no aun, por que él sabía que volverían a verse, tal vez no en esta vida pero lo buscaría.
   
  Recogió la mascara, se vistió - hacia rato había perdido la toalla - y salió, escondiendo su identidad de asesino para que nadie lo reconociera en su camino a la estación de policías. 

Palabras:1144






결백 한 Innocent [Vkook] Where stories live. Discover now