Sin importar los riesgos que implicaba bajar a la tierra para ofrecerle compañía y que sus sentimientos crezcan en contra de todo.
Era algo que valía la pena pasar.
Y mientras pueda escuchar su voz junto a la lira, no había de que preocuparse.
♡ #6...
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Dos meses después:
La ayuda de Bam, SeungWan, SeulGi y demás personas, habían sido de gran utilidad y por fin estaban a pocos días de empezar lo que todos llevan esperando.
Ha sido agotador todo el proceso, pero cada día que pasaba, las fuerzas eran más grandes, sintiéndose seguros de los pasos a seguir y de las consecuencias.
Si algo fallaba, era porque alguien decidió delatar.
La rubia acariciaba la suave mejilla de Jennie, quien leía en silencio sobre las piernas de Roseanne.
Todos llegaron a la conclusión de que se tomarían la última semana para poder descansar y la pareja quería aprovechar ese tiempo lo más que pudieran.
Se habían dedicado a estar en silencio siempre que querían, solo para disfrutar de la compañía de la otra, del calor, de la tranquila respiración y del amor que eran capaces de demostrar.
Solo por mirar a Jennie, el corazón de la rubia sintió como se achicaba por todo el cúmulo de emociones que ha tenido hasta ahora.
Y pensó.
¿Cómo es que una persona que no estaba en el cielo, fue capaz de crear y de unir a muchas personas por un bien que todos merecen?
Se había enamorado de Jennie por su forma de ser, pero eso había quedado tan pequeño desde hace tiempo, desde que la castaña le mostró a través de sus ojos como era el mundo.
Definitivamente era la definición de ángel.
Un corazón puro y noble, una mente curiosa y divertida, una belleza inigualable y diferente.
¿Que no podía hacer Jennie en la vida de la rubia?
También pensó en las personas que había conocido en el recorrido, de como cinco humanos entraron a su vida y de quienes estaba agradecida por acompañar a Jen cuando ella no se encontraba presente.
Cuando estaba junto a Lalisa y JooHyun, se sentían cómodas, se veían reflejadas en ellas, mientras que con BamBam y Kook, eran el vivido sueño que querían cumplir y también ese empujón para hacer las cosas, porque con poco, parecía causar la más hermosas sensaciones.
Todos habían creado una familia, que estaría siempre que alguno de ellos existan.
—Jen...
La castaña dejó a un lado el libro para poder observar a Roseanne.
— ¿Sí?
— ¿Me prometes algo? — Respondió con una tierna sonrisa. — ¿Me prometes que si un día no estoy, le dirás a alguien que te cante por mi?
