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Aquellos aduladores e interesados no tardaron en aparecer.

Kim Doyoung ignoro con disgusto aquella miradas, risitas y sonrojos de sus compañeras, que antes lo miraban con desagrado.

Solo les importaba la imagen.

Ignoró absolutamente todo, desde los coqueteos hasta la excesiva amabilidad de aquellos que busca de su amistad por conveniencia. Cuando llegó la hora del almuerzo, caminó hasta el comedor de la escuela. Las miradas se dirigieron a él como si fuera un jodido ángel, rodó los ojos cansados de esa atención y se dirigió a su mesa, sin buscar su comida. Toda esta situación le había quitado el apetito.

—Esto es una locura—dijo Ten sentándose junto a él, solo que este si tenía su bandeja de comida.

—¿Saben cuánto número de teléfono he recibido? —Yuta llegó juntó mientras Winwin, Woo y Jae también se sentaban—Y unas chicas me dejaron pasar antes a la fila.

—Al menos la gente ya no nos molesta—Jaehyun se encogió de hombros—Yukhei no se me ha acercado.

—Porque sabe que no le conviene—contesto Jungwoo rodando los ojos—Obviamente, luego de la paliza que recibió Hansol, no sabe que esperar de nosotros y no quiere arriesgarse.

Jaehyun arrugó la nariz, pero decidió no darle importancia al asunto y seguir con su almuerzo. Doyoung se le quedó viendo por un momento, luego miro a la mesa de los idiotas. No sabía que habían inventado para que explicar lo de esta mañana cuando los vieron llegar juntos, pero parecía que todo estaba en paz allá. Su mirada se dirigió a Yukhei, quien reía y charlaba como si nada.

Eso lo irritó.

—Iré por un refresco—anuncio volviendo a mirar a sus amigos—Jungwoo ¿Puedes acompañarme?

El chico se sorprendió, pero acepto y se fue juntó a el líder. Los demás no le tomaron importancia a eso.

Mientras que Jaehyun y Winwin comenzaron a charlar entre ellos, Yuta acercó su asiento a Ten. El japonés dirigió su mirada a la mesa de Hansol. Se llenó de satisfacción al ver su cara golpeada y se rio al recordar lo sucedido, su mirada se dirigió al restó y paro en Kun.

Volteo a mirar a Ten. Era consciente de la enemistad entre esos dos. Tal vez él también tendría que "arreglar" los problemas que tenía con Kun.

—¿Qian Kun se te ha cruzado? —pregunto con interés y en voz baja.

—Golpeo mi hombro cuando nos cruzamos—gruño con odió—Es un idiota. Aun no entiende que no le conviene meterse conmigo.

—Dale una lección—dijo Yuta encogiéndose de hombros.

—No voy a darle una paliza, no soy tan imprudente como tú. Además, golpeaste a Hansol y dudo que vuelva a meterse contigo, entonces eso es todo, pero él ya está mejor y pronto sanara. Si yo lo hago ¿Que ganó? La satisfacción de lastimarlo no es suficiente, se metió conmigo por mucho tiempo. Quiero hacerlo sufrir y nos cuantos golpes solo le causarán dolor temporal.

Yuta sonrió con orgullo porque era cierto. Golpear a Hansol no se sentía como si estuvieran a mano, pero ya lo había hecho y no creía que volviera a meterse con él como para volver a pelear. En conclusión, una paliza no era suficiente, pero él ya no podía hacer más, por el escuadrón, por Doyoung y por la agencia, no se lo iban a permitir.

Pero sabía que Ten podía hacer más... Mucho más daño que uno físico.

—Puedes hacerlo.

—¿Pero cómo?

—Pensaremos en algo—dijo dispuesto a alentar a su amigo y luego miro a la posible víctima—Qian Kun debe tener una herida a la que le podamos echar sal.

Ellos no son nerds [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora