( 𝟳𝟰 : 𝘁𝗼𝘂𝗿 𝗳𝗶𝗴𝗵𝘁𝘀 𝗮𝗻𝗱 𝘂𝗻𝗸𝗻𝗼𝘄𝗻 𝗰𝗶𝘁𝘆 𝘀𝘁𝗿𝗲𝗲𝘁𝘀 ) 𝗽𝘁. 𝟭

Start from the beginning
                                    

          "¿Por qué?" Preguntaste, cruzando tus brazos sobre tu pecho y enviándole una mirada de curiosidad. "No quiero quedarme encerrada todo el día, me gustaría poder descubrir un poco el lugar donde estamos mientras tenga la oportunidad." Los movimientos de Calum volvieron a detenerse una vez más, su mirada dirigiéndose hacia ti, pero esta vez mucho más seria que antes.

          "Porque no te quiero fuera sin mí, nunca has estado aquí y es peligroso que vayas sola. Así que quédate aquí y ya iremos los dos juntos en la próxima ciudad." Concluyó, mandándote una última mirada de severidad antes de volver a su equipaje, murmurando algo sobre las líneas de 'dónde demonios está' e ignorando por completo la forma en que tus labios se separaron para volver a hablar. ¿En serio se pensaba que ibas a ceder tan fácilmente? No eras un bebé, no podía decirte lo que hacer y lo que no.

          "¿De verdad piensas que me puedes decir lo que debo hacer? Soy adulta, puedo salir por mi propia cuenta." Contestaste con molestia, completamente desconcertada por el hecho de que pensase que podía decirte lo que quisiese. "La última vez que lo comprobé no era un bebé y tú no eras mi padre, Calum."

          "Nadie ha dicho que fueses un bebé, pero ahora mismo te estás comportando como uno." Replicó.

          "¿Perdona?" Exclamaste, tus ojos abriéndose como platos. "¿Qué acabas de decirme?"

          "Te he dicho que no, t/n, pero al parecer no sabes escuchar, justo como un niño pequeño, así que voy a repetirlo una vez más. He dicho que no, te quedarás aquí hasta que venga a por ti esta tarde, fin de la historia." Respondió con firmeza, sus ojos mostrando la poca compasión y remordimiento como si no acabase de decirte lo que acababa de decir.

          Soltaste un resoplido, sintiendo esa presión en el pecho provocado por el dolor que te habían causado sus palabras. "Eres un imbécil. No puedes decirme lo que puedo o no hacer y no lo harás. Yo puedo salir sola y no necesito tu permi-"

          "¡t/n, déjalo estar! Te he dicho que no, ¿puedes escucharme solo por una vez en tu vida o eres tan infantil que ni siquiera puedes hacer eso? No vas a salir por tu cuenta, ¿sabes lo estúpido que suena eso?" Espetó, interrumpiéndote y mandándote una mirada de odio. Su expresión facial rápidamente cayó al darse cuenta de la forma en la que tu cuerpo se tensó, prácticamente haciéndote una bola ante su tono de voz y palabras. ¿De verdad acababa de decirte todo eso? Te había hablado como si tuviese autoridad sobre ti, como si debieses tener un comportamiento sumiso ante él, te había tratado como si fueses un niño pequeño que necesitaba una regañina. Nunca te había gustado cuando te elevaba el tono de voz, mucho menos que te llamara por nombres y te ridiculizara.

          Calum sabía de sobras la forma en la que te había hecho sentir y no acababa de entender cómo había podido llegar a un punto tan bajo. No era su intención asustarte o ser tan duro contigo, pero su testarudez se había puesto en su camino y se había encontrado a sí mismo no pudiendo controlar sus emociones.

          "t/n." Suspiró, rápidamente caminando hacia la cama y sentándose en una de los bordes junto a ti. No pudo evitar la forma en que sus ojos se suavizaron levemente al ver como te alejabas, sintiendo como una presión se hacía presente en su pecho. "L-lo siento, no era mi intención levantarte el tono de voz, no era mi intención decir nada de eso. Era la rabia del momento, no lo decía en serio." Susurró, su corazón hundiéndose al ver como negabas con la cabeza y lágrimas comenzaban a acumularse en tus ojos, tus hombros temblando levemente al tratar de aguantar tus sollozos. "Cielo, por favor." Suplicó con desesperación. "Lo siento mucho, no lo he dicho en serio. Es solo que no quiero que salgas sola, t/n, nunca has estado aquí y no me siento cómodo sabiendo que estás sola y te pueda pasar algo. Quiero saber que estás a salvo mientras yo no esté." Explicó con dulzura, colocando con cuidado una de sus cálidas manos sobre tu rodilla y dándole un pequeño apretón cuando no te apartaste.

𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒, calum hoodWhere stories live. Discover now