𝑡ℎ𝑖𝑟𝑡𝑦 𝑠𝑖𝑥

336 20 3
                                    

36 ☆  Ojos hinchados, lágrimas saladas...




ESTELA;

Por fin, después de estos dos días eternos ya salí de aquel espantoso lugar.

Pero por desgracia, hoy a la tarde/noche tenía la cena con Teresa y mi padre. Cuando llegué a mi casa me había dicho que a Tomás y a mí nos tenían que decir algo importante, no tengo la más mínima idea de lo que puede ser.

Me cambié de ropa, me puse el mismo vestido pero de diferente color que en la cena pasada.

—¿Estás lista?—Toca a mi puerta

—Sí, ahora bajo—Hablé un poco alto para que me escuchara

Sus pasos se alejaron.

Me puse de pie después de ponerme los horrorosos tacones altos.

El impacto de las piedras chocando de nuevo contra mi ventana me sobresaltó.

Miro por este, y era Tomás.

Verlo ahí abajo con sus ojos llorosos hizo que me preocupara.

Abrí la ventana y lo observo.

—¿Que te pasa?—Pregunto con preocupación

—Salta, yo te cojo—Se acerca más

—Esto es muy alto—Me escuchaba con miedo

—No temas, confía en mí

Suelto un suspiro.
A la mierda todo.

Paso una pierna, me aferro bien a los bordes hasta que saco la otra pierna de mi habitación hasta quedarme sentada en el marco para afuera.

—Vamos, tírate

Sin pensarlo dos veces me tiré.

Cerré los ojos con fuerza hasta notar unos brazos al rededor de mi cuerpo.

—¿Sigo viva?—Pregunto aún sin abrir los ojos

—No seas dramática, sí estás viva—Me baja de sus brazos, sintiéndome mareada

Miro sus ojos, aún seguían llorosos. Parecía cómo si se hubiese pasado todo el día llorando.

—Sé que no estamos muy bien que digamos, pero me preocupas, ¿te pasa algo?—Vuelvo a preguntar mientras empezamos a caminar

En verdad yo lo seguía a él, no tenía ni idea de dónde íbamos.

Además de haberme escapado de mi casa por haberme ido con él.

—La he cagado—Murmura—Ya te perdí—Tiene la voz entrecortada

Niego con la cabeza.

—No fuiste tú, no te pudiste controlar

Se muerde el labio inferior con fuerza.

—Yo sólo te quiero pedir perdón por todo, y si no lo aceptas... está bien, te entiendo—Agacha la cabeza

—Que si te perdono, tonto—Le soy un codazo—No me gusta enfadarme contigo

Me sonríe de lado y besa mi cabeza.
Me coge de la mano, nuestros dedos se juntaron.
Nos paramos y nos miramos fijamente.

—¿Quieres ser mi novia?

LÁGRIMAS DE CODEÍNA ☆ Trap Arg.Where stories live. Discover now