𝑡𝑤𝑒𝑛𝑡𝑦 𝑠𝑒𝑣𝑒𝑛

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27 ☆  Se acabarían de una todos tus complejos...



ESTELA;


La cabeza me daba vueltas.

Todavía estaba pensando en lo que me dijo Tomás, no puedo sacarlo de mi mente.

No sé qué quiere decir con "La verdad" pero sentía miedo.

Y puede que mucho.

No sabía ni qué hacer, ni dónde ir.

Me he pasado todo el día encerrada en mi habitación hablando con Valentín por texto. Estaba muy preocupado por mí, más por el golpe que me dio sin querer en la mejilla. No lo hizo con intención.

Y yo no sé si estoy bien o mal, estoy perdida.

El golpe no me dolía para nada, pero sí me dolía todo lo que había pasado con la persona que más quise.

Lo llamé cobarde sabiendo que él no lo era.

—Hija, tu madre está afuera, quiere verte—Mi padre entra a mi habitación

—Ya voy—Ruedo los ojos y bajo las escaleras

Voy a la puerta de la entrada.

—¿Que quieres?—Pregunto con mala gana

—Hija...

Era la tercera vez que nos veíamos.

Ella iba muy bien vestida.
Su esposo parece que la trata bastante bien.

Iba vestida con un vestido negro ajustado hasta encima de la rodilla de color negro con una chaqueta larga igual de color marrón claro.
Acompañada de un bolso de marca en su hombro.

—Anda suéltalo, sin rodeos—Me crucé de brazos

—Quiero que conozcas a mi esposo y a su hijo

Veía un pizca de brillo en sus ojos.

—Bien—Frunzo el ceño

—Me gustaría que vengas ahora, Estela—Me sonríe de lado

—Deja que me vista—Le sonrío falsamente y subo a mi habitación

Quería ir presentable, pero aún así me puse un vestido corto negro con mis zapatillas viejas. No me iba a arriesgar a que me parta un pie con esos tacones.

Me dejé el pelo listo y suelto pero me puse una goma negra en mi muñeca. Me puse mi pinta labios rojos y me dejé la cara natural.

Bajé de nuevo las escaleras con los ojos de mi padre puestos en mí.

No me preguntó nada y salí de la casa con las llaves de mi casa y mi móvil en mi mano.

—Que guapa—Dice mirándome de arriba a abajo

Decido ignorarla y vamos andando hacia su casa.

Pero no era una casa, era una jodida mansión.

—Joder...—Susurré al ver aquella cosa gigante

Era hermosa, para que mentir.
Todo blanco con toques en plateado.

Ni yo había tenido esos lujos.

LÁGRIMAS DE CODEÍNA ☆ Trap Arg.Where stories live. Discover now