Día 10.

519 45 35
                                    


________________________________________

Por un momento no tenía conciencia, nada tenía sentido y no era nadie.
El vacío me acompañaba, hasta que desperté.

_______________________________________

-T/n...

Estaba en tus brazos, estaba en casa. Podía sentir tu olor alrededor mío.

-T/n, tengo que decirte un secreto.

Abrí mis ojos los cuales estaban al lado de tu oído, mientras tus ojos estaban a lado del mío; susurrabas lentamente.

-Te odio.

Mi corazón palpitó fuertemente y todo se volvió gris.

-Espero que sepas que te odio, nunca debiste haber venido. Te odio, T/n.

De repente, Seven me lanzó al precipicio. Mientras caía alcanzaba a ver su rostro, ¿Por qué me haces esto Luciel? YO SOLO TE QUIERO SALVAR.

...
Tomé aire desesperadamente al levantarme rodeada de terror y frío. Observé mis alrededores aún alterada para darme cuenta de que no estaba cayendo, solo había sido un sueño.

Comencé a respirar profundamente apoyándome de una de mis manos colocada en mi pecho para tranquilizarme y retomar mi aliento. Luciel...
Aún no podía dejar de pensar en la discusión que habíamos tenido, lo había abandonado.

Al fijarme más en el lugar en donde había despertado, me di cuenta de que no estaba en casa. Me encontraba en un cuarto muy bien decorado y con bonitos muebles que tenían pinta de ser antiguos pero lujosos. La cama donde estaba recostada era bastante grande y las sábanas que cubrían mi cuerpo eran de seda.

Me levanté aún un poco perdida y sin exacta memoria de lo que había sucedido ayer. Giré hacia mi derecha donde pude observar una mesita decorada y sobre esta, un ramo de rosas con una pequeña carta a su lado. La tomé.

___________________________
T/n, bienvenida al paraíso.
Por favor no salgas aún,
te traeré tu desayuno.
       - Ray
___________________________

Dejé la carta nuevamente en la mesita y observé las hermosas rosas de un color cálido y confortante. Debí quedarme tan profundamente dormida que Ray no quiso despertarme. Un poco apenada suspiré sentándome en la cama rebotando un poco.
La puerta se abrió.

...
[La noche anterior]

Ray me soltó y sonrió ligeramente de nuevo. Extendió su mano para que lo siguiera, y así lo hice. Mientras caminábamos, recordé la primera noche en la que había llegado. Seven me tomaba de la mano y me guiaba entre las calles, y ahora Ray hacía lo mismo por mí. Las situaciones eran diferentes al igual que la persona.

Después de uno o dos minutos llegamos a lo que sería su auto.

-T/n, necesito que uses esto.
Me pasó una venda negra que debía ser colocada en mis ojos.

-Disculpa Ray, pero no entiendo por qué necesitaría vendarme los ojos.
Estaba confundida ante su propuesta.

-Donde yo trabajo, mi hogar, es un lugar secreto y privado a la mayoría del público, pocos tienen el privilegio de entrar. Debido a esto, está prohibido enseñar el camino para llegar. Así que por favor, T/n, confía en mí.

Aún dudaba un poco en sus palabras, pero su mirada me recordaba a...

-Okay, Ray. Confió en ti.
Me coloqué la venda y subí al coche.

707 veces más- Mystic MessengerWhere stories live. Discover now