Día 9.

518 45 34
                                    


___________________________________

No dejaré que el miedo se apodere de mí, haría todo por ti.
Deja de tener miedo y toma mi mano.


__________________________________

Entre la multitud de personas, podía ver porque eras tan diferente, tan especial. No solo son tus ojos ámbares que parecen salidos de un sueño; es tu sonrisa, tu inteligencia y chistes, pero también es tu miedo, soledad y determinación.

Admiro todo de ti, cada pieza y nota escrita en tu canción, cada pequeño amanecer y atardecer que siento al tomar tu mano y cada minuto que puedo llamarte por tu nombre, pero al pensar en tu nombre, recuerdo que en verdad no sé nada de ti. Todo lo que creía conocer puede ser simplemente mentira, aún no entiendo cómo incluso en estas circunstancias quiero estar en tus brazos.

Comenzaba a obscurecer, y estaría sola como siempre lo había estado. Aunque contigo me había sentido acompañada, con un alma similar a la mía, contrarias e iguales al mismo tiempo, relativas.

Con las calles ahora vacías, algunas luces alumbraron mi recorrido. No tenía rumbo ni casa, porque mi camino siempre había sido a tu lado.

Sentía que me rompía mientras repetía las escenas y palabras que habían salido de tu boca, quería pensar que esta vez, solo había sido un sueño, pero un pequeño copo de nieve que calló encima de la punta de mi nariz me recordó mi realidad, te había dejado.

Más copos de nieve empezaron a rodearme y una brisa helada me recorrió con un escalofrío, tenía que encontrar un lugar donde pudiera quedarme y rápido.
Podía ver algunos cafés abiertos a pesar de haber obscurecido, pero no tenía dinero para comprarme alguna bebida caliente.

Suspiré y me senté en un banco público tapado ligeramente por el techo de un local cerrado. Humo salió de mi boca al suspirar de nuevo, lo único que podía pensar era en él.

No quería abandonar a Seven y volver a mi realidad, al menos quería decirle como me sientía. Pero en este momento, no estaba lista para enfrentarme a él.
La idea de buscar a Jumin, Jaehee, Yoosung o Zen vino a mi cabeza, pero recordé que ninguno de ellos me reconocería.

Una duda surgió en mi cabeza, ¿si V sabía quién era, podría significar que los demás también? Era un riesgo que estaba dispuesta a probar. El problema era que no sabía dónde podría toparme con alguno de ellos.

Me levanté y seguí dando vueltas tratando de encontrar algo que pudiera darme una clave de su paradero.
Atravesé una calle al percatarme de un olor peculiar, más bien delicioso. Mi estómago rugió sin que yo lo pudiera controlar y mis ojos comenzaron a buscar de dónde provenía aquel olor.

A lo lejos logré ver un puesto que parecía vender frituras en forma de pescado, fuera lo que fuera, me acerqué guiada por el hambre.

-Disculpe, ¿Cuánto cuesta una de las frituras?

-Son 100 yen jovencita.

Miré mi bolsillo aún vacío.
-Yo... lo siento, no tengo dinero. ¿No hay ninguna forma que pudiera pagarle después? 

Una figura detrás de mí me interrumpió.
-Quisiera pedir dos, y uno para la dama por favor.

Debido a la sorpresa, no tuve el valor de girarme para ver quién era. Esperé a que el señor pusiera dos de ellas en una bolsa y una separada para mí para después entregárselas a la persona misteriosa.

-Gracias joven, aquí tiene.

-Gracias, tenga señorita.
La bolsa estaba ahora enfrente mío, la tomé con duda y giré hacia la voz.

707 veces más- Mystic MessengerWhere stories live. Discover now