CAPITULO 7.3 CONTACTO

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De nuevo Karol se disponía a salir con su coche en dirección al Sector 8. Otra vez todos salieron a despedirla y Tseng le entregó un teléfono móvil facilitándole un código de emergencia nuevo.

Tseng- Ya que has estado practicando conversaciones haciéndote pasar por tu personaje y según Reno no se te ha dado nada mal... quizá hoy podrías aprovechar la tarde y tomarte algo por ahí, quien sabe, quizá alguien se te acerque.

Reno- Le estás ordenando que se vaya de bares?! Joder que envidia yo también quiero ir!

Tseng miró a su compañero y le sonrió, alegrándose de que las cosas volvieran a ser como siempre.

Karol- Está bien, aunque supongo que tendré que evitar ir al Séptimo Cielo, ¿verdad?

Tseng se quedó pensando. Dudó por un momento y tras una pausa miró a la chica.

Tseng- No lo sé, tú qué crees que haría tu personaje?

Karol- .... - La chica recapacitó unos instantes, aunque solo por asegurarse porque en realidad lo tenía bastante claro.- Hombre, yo creo que, si he ido de visita al Sector 7 porque es donde vivía mi amiga y quiero conocer los sitios que frecuentaba ella... sin duda alguna el bar de Tifa sería de los primeros lugares que visitaría.

A Tseng pareció convencerle su respuesta, efectivamente, la joven parecía tenerlo bastante claro.

Tseng- Está bien, es lógico. Aun así ten mucho cuidado, el Séptimo Cielo es el cuartel encubierto de Avalancha, sin duda alguna vas a encontrarte con alguno de sus miembros, evita mantener conversaciones a no ser que se te acerquen ellos, no seas llamativa.

Karol- Sí.

La Soldado se puso en marcha habiendo fijado su hora de regreso no más tarde de las 00:00.

Atravesó el bosque de nuevo a toda máquina y relajó su marcha una vez hubo llegado a la ciudad. Dejó aparcado el vehículo en el mismo sitio de la otra vez, junto a la estación de ferrocarril y atravesó a pié los suburbios ignorando las llamadas de los pobres.

Para esta ocasión la joven decidió ponerse su vestido rojo de tirantes pensando que sería menos llamativo y los mendigos no repararían en su presencia, pero fué inútil, la chica ya se había ganado una reputación entre los más miserables y en reconocerla todos salieron como zombis a ver si podían rascar algo.

Karol- Lo siento, hoy no tengo dinero, me lo he fundido todo en alcohol... -dijo sin pensar demasiado, estaba harta de aquella calaña interesada que no le daba ninguna pena.

Eran ya pasadas las 7 de la tarde, la joven pensó que lo mejor que podía hacer era llegar pronto al centro y realizar algunas compras antes de que cerraran para dejarse ver.

Visitó la bodega del otro día y se hizo con otra caja de surtido de pastas, las anteriores habían tenido mucho éxito en la hora de la sobremesa, especialmente Reno y Rude las habían devorado y solamente quedaban las que a nadie les gustaba. Adquirió también un par de botellas más de vino... estaba dispuesta a tensar un poco más la cuerda, siempre que Tseng no le diera el toque, no veía nada de malo en amenizar un poco las conversaciones a la hora de cenar, además se dio cuenta que al igual que ella, Rude sabía apreciar una buena copa de tinto.

Con algo menos de prisa, ya que había conseguido lo que quería, la joven decidió pasearse ya tranquila por las calles, mostrándose nuevamente amabable como el día anterior. Compró más trapos en los puestos de los indigentes y reparó en que uno de ellos vendía lazos para el cabello.

Karol- Cuánto cuesta ese de ahí?

Mendigo sin pierna- Cuar? Er roza?

Karol- Sí, er roza...

FINAL FANTASY VII RESURRECTIONWhere stories live. Discover now