Darme cuenta

2.3K 338 150
                                    

—¿Soojin-ssi? ¿Otra vez en la quinta nube?

Sacó su mirada del teclado, llevándola a la mayor que se encontraba parada a su lado. Cierto, habían vuelto a la empresa hace alrededor de una hora y aún no lograba concentrarse en absoluto. 

¿Por qué Shuhua ocupaba tanto su mente? Todo, todo, todo el tiempo. Desde no poder dejar de darle vueltas al asunto de su pareja, hasta preocuparse por si siquiera logró llegar a su departamento a salvo.  Nuevamente, la taiwanesa era la excepción de todo en su vida.

—¿Pensar en cómo dar tus clases particulares te agota mucho?—la tailandesa sonrió de lado, viendo como nombrar algo vinculado con la pequeña pelinegra de hace un rato lograba captar la atención de su compañera.

—Lo suficiente, hace cinco años no toco nada de la secundaria. 

Minnie asintió con gran comprensión, para ser falso debía de admitir que tenía un muy buen punto. Aunque también le era común, la morocha siempre tenía razón. 

Le comentó de unos papeles y trámites que Soyeon les había dado a su división, explicándole lo que había pedido su gerente en específico a la hora de organizar aquellos documentos. Discutieron un poco los detalles restantes, y la mayor le dejó su pila de hojas correspondiente sobre el escritorio para finalmente volver al suyo con su propia montañita de documentos.

El tiempo corría y llegando los últimos tramos de trabajo del día, lo único que se escuchaba en todas las salas era el veloz sonido de tipeo sobre el teclado, más algún que otro ruido de la cafetera siendo usada. Los grandes ventanales celestes rodeando el lugar, de esos que desde fuera no se ven nada a no ser que sea de noche.

Todos querían irse a casa cuanto antes siempre, por lo que durante esas horas solían concentrarse la mayoría. 

El móvil de la morocha, quien también no despegaba sus ojos de la pantalla, vibró un par de veces. Las suficientes como para llamar levemente su atención. Sin sacar una mano del teclado ni despegar los ojos en un principio, llevó uno de sus dedos al dispositivo, para simplemente limitarse a prender la pantalla y expandir el icono de la notificación. Es decir, darle un rápido ojeo para saber de que se trataba y continuar con lo suyo.

Pero no pudo.

Un mensaje de Moonbyul normalmente no le hubiera llamado la atención, de no ser que al leer el mensaje velozmente de forma general, leyó una palabra que retumbó en todo su ser.

¿Qué estaba concentrada? A la mierda eso.

"Clienta"

Tomó su celular y salió disparada de su asiento lo mas urgente que pudo, yéndose directo a la azotea. Esta vez no dudo en si ir a los baños y cambiar de lugar en caso de que hubiera gente.

Llegó al tope del edificio en un destello, teniendo que tomar asiento en una de las bancas del mismo para dedicarse a recuperar el aire perdido por unos minutos mientras buscaba el contacto de su gerente.

Brr.. brr... brr....

—¿Soo?

—Mo-Monbyul, si, soy yo.

—Claro que eres tú, si tu contacto apareció en toda la pantalla idiota. ¿Has estado corriendo o qué? ¿No se supone que estas en la oficina?

Tragó saliva y se tomó una pausa para respirar y calmarse un poco, no se había percatado de lo imprudente que había sido todo aquello de su parte. Se moría de la vergüenza, pero ya había iniciado la llamada, no quedaba de otra.

—Si, aún estoy en la oficina. He visto tu mensaje, por eso llamé.

—¿Ocurre algo grave? Podrías haberme mandado un mensaje si querías rechazar el trabajo.

I'll Pay % SooshuWhere stories live. Discover now