Crónicas de mi Amo, Hijo segundo

Capítulo 15, Temporada 3

Él se despojaba al mismo tiempo de pantalón y ropa interior, se deleitó por primera vez con la visión de aquellas piernas, firmes que sus muslos habían sentido tantas veces. Le dio un vuelco el corazón al percatarse de las marcadas cicatrices en la piel de las pantorrillas. También se quedó embelesada viendo que al pie izquierdo de su amo le faltaban los dedos pequeño y anular. Y fue aún mayor la impresión que le dio la textura de líneas surcando su espalda. Como arado en la tierra.

Su mente estaba atónita con tanta nueva información que ni siquiera se percató de había sido atrapada espiando. El rostro adusto de su amo la petrifico, apenas vio cuando el dorso de su mano la impacto entre el pómulo y la boca, un golpe seco tan contundente que todo su cuerpo se hizo hacia su derecha y su cabeza golpeo contra la pared. El dolor tan agudo que las lágrimas saltaron de inmediato.

Apenas hubo asimilado la agresión, dirigía sus manos a cubrir el área golpeada en su rostro, sintió un fuerte tirón del brazo que la incorporo en sus rodillas nuevamente. Vio cómo su amo con la expresión de furia más perpetua en su rostro tomo el cinturón, ponía una rodilla en el suelo y la otra a noventa grados.

—¡¡No!!—sollozo, fue inútil. Su amo enrollo el cinturón y coloco su torso sobre su rodilla—¡¡Por favor!!—lloro abiertamente, sentía que su amo la azotaba con tanta rapidez y tanta fuerza, con una brutalidad que solo había experimentado en el primer castigo y en su arrebato de furia cuando le insulto. El dolor era tan abrumador que la hacía retorcerse.

—¡¡Maldita embustera!! ¡¿Cómo te atreves a desobedecerme?!—grito con furia primitiva, ella lloraba desesperada.

—¡¡No!! ¡¡Por favor!! ¡¡Ya no!!—sollozaba, los azotes le dolían pero los que le propinaba en los muslos la estaban torturando.

—¡¡¿De dónde has sacado la osadía para faltarme al respeto de esta forma?!!—sus palabras salían como disparadas de su pecho, con tal fuego...que incluso estas la golpeaban.

—No quería...—cubrió su cara con las manos, ya lloraba tan fuerte que no podía hablar bien—ha sido un accidente.

—¡¡¡Mentirosa!!!—Dafne intentaba escabullirse del castigo de cualquier modo. Doblo las rodillas para esconder con los pies el trasero y solo consiguió ser azotada en la espalda baja, sintiendo un dolor incapacitante.

— ¡No, por favor!—sollozaba descontrolada cuando sintió que su amo la expulsaba de su rodilla con un violento empujón hacia la pared, con la que su espalda impacto.

Su amo se levantó con todos los músculos de su cuerpo y cara tensados, iracundo azoto una silla cercana y arrojo el cinturón al vidrio de la ventana, cuarteándola.

— ¿Estas satisfecha ahora? ¿Es esto lo querías?—Dafne presiono ambas manos contra su mejilla y sollozaba, tiritando de miedo al ver a su amo montado en tal cólera— ¿Esta vista satisface tu curiosidad? Soy todo lo que esperabas ¿no es así?—la miro como si realmente esperara una respuesta, el llanto la atragantaba—Necesitabas ver lo repulsivo que es tu amo ¿Ya viste todo lo repugnante que soy? ¡¡¡Mírame!!!—grito.

Dafne estaba echa bolita, apoyada en la pared.

—No te parezco más que un monstruo deforme ¿verdad?—Dafne negó con la cabeza—¡¡Ya deja de mentir!!Sé que te doy asco, lo veo en tu cara ¿Has entendido por que te vendo los ojos para tomarte o quieres más explicación que eso?—bufo señalándose a si mismo—Te da nauseas pensar que a esta bestia debas entregarte, este cuerpo jamás incitara tu deseo o el de nadie. ¡¿Y sabes qué?! ¡¡¡ Me importa una mierda lo que pienses!!! ¡¡Así sea que te refuerzas por las arcadas tú vas a someterte a mis deseos, te abrirás de cuando yo lo ordene y me serviré de ti cuando me plazca!! ¡¡Aunque tenerme dentro de ti te produzca la mayor repulsión no tienes derecho a negarte!! ¡¿Sabes por qué?! ¡¡¡Porque yo soy tu dueño!!!—su rostro estaba de tal modo deformado por la furia que parecía fuera a estallar.