20. I feel fine

269 29 3
                                    

Sadie

- Chicos, me siento bien, por favor déjenme ir a trabajar.-

Intenté salir de la cama, pero John y George me lo impidieron.

- No Sai, no estás bien, quédate a descansar al menos esta semana.- pidió John.

Las cosas con John ya no era tan extrañas como antes, a pesar de que se había puesto muy protector conmigo ya no teníamos esa tensión de los primeros meses después de que terminamos. Se lo veía entusiasmado con Cynthia, y a pesar de que igual me dolía un poco aquello, sabía que era lo mejor para los dos que se quedara con ella.

- Y aunque vayas a la tienda, Koschmider no te dejará trabajar.- dijo George.
- Ah mira, que interesante, me ha estado explotando por una semana entera y ahora me quiere cuidar.- murmuré.

Todos los chicos bajaron las miradas porque sabían que eso era cierto, tanto para mí como para ellos, mas aquella era nuestra única opción si queríamos sobrevivir.

- Mira Sai, me quedaré contigo, después de todo Koschmider y Allan están más permisivos desde lo que te pasó.- dijo George.
- Pero Geo, te necesitamos en este ensayo.- dijo Paul.

De pronto, Pete entró a la escena.

- Chicos, no se preocupen, le pedí a alguien que viniera a cuidar a Sadie.-
- ¿Tú?- preguntamos todos sorprendidos.

La verdad era que yo casi ni hablaba con Pete, a veces me costaba soportarlo un poco pues creía que yo estaba enamorada de él, no podía estar más equivocado.

- Sí, bueno, los escuché discutiendo anoche por quien cuidaría a Sadie y que ninguno de ustedes se podía quedar con ella desde la mañana hasta las 6 de la tarde los miércoles y jueves.- dijo Pete - Pero adivinen quién no tiene nada que hacer durante esas horas en esos días.

Todos esperaban una respuesta hasta que se oyeron unos pasos entrar a la parte posterior del cine, que era donde vivíamos.

- Hola.-
- ¡Ringo!- exclamé feliz.

Ringo entró al cuarto y les sonrió a todos. A todos les caía bastante bien él, hasta que el día en que me desmayé se dieron cuenta de nuestro vínculo.

- John, no pensarás que esto es buena idea, ¿cierto?- preguntó Paul.

Sabia que habían dos personas que estaban celosas de Ringo, Paul y...

- Por supuesto que no.- dijo John - Mira chico batería, George la puede cuidar.-
- Pero acabas de decir que...-
- Sé lo que acabo de decir, Stu, no me lo recuerdes.-

Rodé los ojos ante sus actitudes.

- Miren, una anemia no me va a impedir hacer lo que yo quiero hacer, ¿sí?- dije amenazante - Ahora, si tanto quieren que alguien me cuide, será Ringo o ninguno, suficiente he interferido ya en su trabajo.-

Todos se miraron y resoplaron.

- Está bien.-

Los chicos se resignaron y comenzaron a irse, no sin antes advertirle a Ringo que me cuidara.

- Así que anemia, ¿eh?- dijo mi chico echándose a mi lado.
- Así parece, aunque no tienen una explicación para la taquicardia ni para mi insomnio.- dije

El solo me acarició la mejilla.

- Te tienes que cuidar, ¿sí?-
- Ringo, me siento bien, no tienes que preocuparte.-

El solo sonrió.

- Está bien, pero solo me lo comprobarás si es que comes todo el delicioso desayuno que te prepararé.-

𝘀𝗲𝘅𝘆 𝘀𝗮𝗱𝗶𝗲 ↝ 𝙩𝙝𝙚 𝙗𝙚𝙖𝙩𝙡𝙚𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora