Capítulo 11: La tentación

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Capítulo 11: La tentación.

—Lo sabías—dijo Sandra a su madre y no fue una pregunta

La mujer le sonrió en una sonrisa perfecta y costosa producto de alguien que puede pagar exagerados procedimientos odontológicos.

—Claro que lo sabía, fue mi idea en realidad—dijo y el orgullo que mostraba mientras lo decía le dio un fuerte dolor de estómago a Sandra. — te pregunto entonces ¿Qué piensas hacer al respecto, Sandra? ¿Irás a decírselo ahora?

— ¿Y qué si lo hago?— preguntó sin importarle si las personas alrededor del restaurante se interesaban por su conversación.

La mujer sonrió con suficiencia.

—Bueno si lo haces tal vez yo le haga una visita a mi vegetal esposo.

Nicol apenas pudo procesar lo que estaba sucediendo, la mano que Azael tenía en su antebrazo para mantenerla quieta fue recorriéndola hasta llegar a su espalda y con una lentitud asfixiante fue bajando por su columna hasta su espalda baja, entonces tiró de ella obligándola a arquear la espalda para él.

Los labios de Azael Walk nunca la dejaron, Nicol apenas podía seguirle el ritmo pero eso no lo detuvo, cada centímetro de su piel hormigueaba con vida propia. El cuerpo de Azael era tan grande en comparación al de ella, la envolvía por completo. Lo único que pudo hacer con sus manos mientras él la recorría fue apretar su camisa con aroma a recién lavada.

Pero él pronto ya no estuvo satisfecho solo con tomar sus labios, los besos fueron descendiendo por su barbilla y después por su cuello, en algún punto se encontró apoyada contra el amplio escritorio de madera negra, cuando él succionó una parte especial de su cuello un gemido involuntario escapó de sus labios, eso pareció encender aún más el deseo de Azael que con un rápido movimiento tiró las cosas del escritorio tras ella y tomándola de la cintura la sentó sobre este.

La sensación de los labios de Azael contra su piel sensible era suficiente para borrar de su mente cualquier pensamiento coherente que pudiera llegar a tener, lo único que ella podía hacer mientras sentía como él la devoraba era apretar más y más su agarre en su camisa.

Entonces todo se detuvo dejando una fría sensación en su cuerpo, al abrir los ojos se encontró con la penetrante mirada de Azael Walk que la consumió por completo, pero pese a que él la miraba fijamente su atención parecía en otro lugar. Cuando Nicol escuchó lo pasos provenientes de pasillo supo porque.

A través del cristal pudo ver a Erika, la antigua asistente llegar cargada de bolsos como siempre y dejarlos frente al escritorio, poco después comenzó a sacar cosas del locker debajo de este.

Entonces algo que Nicol no esperaba ocurrió y la sensación de los labios de Azael contra su piel volvió poco después.

¿Él no iba a detenerse?

—Espera, Azae...— intentó decir Nicol pero la sensación de la mano tibia de él contra su rodilla desnuda le cortó la voz.

En especial cuando esa mano subió unos centímetros.

Nicol tuvo que morderse los labios para no soltar ningún sonido que llamara la atención.

Ella era consciente de que ellos podían ver perfectamente a Erika pero gracias al vidrio espejo ella no podía verlos, sin embargo eso no la tranquilizó.

Cuando la amplia mano de Azael subió un poco más por el camino de su pierna enroscando el borde de su falda Nicol tuvo que tomar su mano para detener el camino que esta seguía.

—Espere, por favor— logró decir y Azael se detuvo pero no se alejó.

El rostro de Azael se alejó de su cuello para acercarse a su rostro pero no volvió a besarla. Le sorprendió la sensación de decepción que se despertó en su interior cuando él solo se quedó quieto a un par de milímetros de besarla pero sin hacerlo.

Una esposa para el CEO | Disponible en físicoWhere stories live. Discover now