Capítulo 9

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No era usual para el rey o la gente que para él trabajaba recibir visitas, pero, últimamente, esto se había tornado bastante común. En tan solo unas semanas, muchísima gente de afuera había ingresado al lugar, aunque muchos no hubieran salido de allí. Ese día no era la excepción. Se le había anunciado al monarca que había llegado al palacio una visita muy importante e inesperada, y este accedió a recibirla.

Yoongi caminó hacia el cuarto en el que se encontraba la persona que había ido a verlo; esta lo esperaba sentada en el suelo, de espaldas a la puerta, pero con el asiento del rey frente a ella. La visita no volteó, a pesar de haber escuchado los pasos del monarca, y solo lo siguió con la mirada cuando pasó a su lado para sentarse en su lugar. El rey Yoongi de Joseon por fin se decidió a ver con atención a quien tenía frente a él: una mujer joven y muy bella, aunque con rastros de dolor y cansancio en cada rincón de su rostro. Lucía molesta, y no parecía tener intención alguna de saludarlo. Él decidió pasar aquello por alto, y la miró a los ojos.


—Buenos días. He escuchado que viniste a verme.

—Sí, a eso vine.

—Te escucho.

—Mi nombre es Lee Soo Jung. Soy la fundadora del grupo del ataque.


Yoongi alzó una ceja, interesado. Le sorprendía que hubiera venido la líder en persona.


—De acuerdo... ¿Puedo preguntar el porqué de tu visita?

—He escuchado que uno de los miembros del grupo ha venido a hacer una oferta de paz tras la liberación de uno de los prisioneros.

—Sí, vino a verme hace unos días.

—Yo no estaba enterada de sus planes, ni de lo del prisionero. De hecho, mis planes eran firmes, deseaba seguir adelante.

—¿Viniste a hacerme saber que me matarán, de todos modos?

—Vine a hablar con usted sobre la paz entre los pueblos y el reino.

—Continúa.

—He iniciado el grupo hace ya un tiempo, ¿y sabe por qué? Estaba felizmente casada, teníamos tres preciosos niños, y éramos muy felices, pero mi esposo habló de usted. Él solo estaba charlando con uno de sus amigos acerca de los rumores del reino que se hablaban por todas partes. Todos hablaban de ello, de cómo usted no es... completamente de la realeza, pero uno de sus guardias lo oyó a él, y fue de él la culpa. No había dicho nada malo, solo había hablado, había opinado como cualquiera pudo haberlo hecho, y se lo llevaron.


La mujer aún sostenía su mirada con la del monarca. Sus expresiones eran duras y frías, pero se veían en sus ojos cientos de lágrimas que ella se rehusaba a soltar. Se podía ver el dolor en ellos, e incluso Yoongi pudo notarlo. Por alguna razón, sintió un nudo en la garganta ante la imagen.


—Esa mañana lo vi por última vez sin saber que sería la última vez. Lo despedí como cada día, pensando que iría a trabajar y regresaría, pero nunca lo hizo. Poco después, me enteré de que usted lo mandó a decapitar por lo que hizo. Tuve que vivir con todo el dolor, con su ausencia, con mis pequeños y con las manos vacías por mucho tiempo, y no pude quedarme de brazos cruzados. Sabía que no era la única, así que comencé a planear lo del ataque. Escuche... todavía estoy furiosa y muy dolida por lo que sucedió, todavía lo culpo por todo eso, pero creo que podemos llegar a un buen acuerdo.

—¿Cuál?

—Por lo visto, ha desistido de quitarles la vida a los recientes prisioneros, e incluso ha salvado y liberado a uno de ellos. Además, he presenciado cómo algunas personas del pueblo hablaban mal del rey frente a los guardias reales, y ellos no hicieron más nada. Sé que eso fue una orden suya, y no sé qué lo hizo cambiar de opinión, pero creo que esto es lo mejor. ¿Qué le parece... la disolución del grupo, a cambio de un ligero ajuste en sus políticas y reglas?

Lazos del destino [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora