El Idioma Del Invierno ©

🌸 Está en tus ojos. 🌸

No puedo evitar sentir un cierto cosquilleo en el pecho cuando pienso en ti.

A veces, te miro a los ojos, y no puedo evitar los nervios. ¿Por qué tengo a un ángel a mi lado? Me siento protegida. Me siento apreciada, querida. Siento comodidad, pero no una comodidad que me estanca en las raíces del tiempo, sino una calma que me impulsa a ser ambiciosa, ir a por más y más, sabiendo que, cuando no pueda lograrlo -no siempre se consiguen las metas-, voy a poder refugiarme entre los brazos de una persona que está creciendo conmigo.
En primavera, floreceremos, y seremos las flores más hermosas del jardín.

Cuando no te veo, no hago más que pensarte. Te paseas por mi mente de distintas maneras. Caminas a veces, otras estás sentado o haciendo deporte. A veces te da por estudiar en mitad de mi imaginación, o dormir plácidamente entre las sábanas de mi conciencia. Tu voz es el himno de mi oxitocina, tus labios por mi piel hacen historia.

Todas esas imágenes que me permite contemplar mi mente tienen algo en común, y es que todas y cada una de ellas mueven mis manos automáticamente, me impulsan a desmenuzar tinta entre mis dedos y derramarla por el papel, manchando de verso y prosa el espacio que me da el folio, vaciando los sentimientos para no perderlos nunca.

No se van. A cada día que pasa me llenas más y más, y me conviertes en una fábrica de producción de poesía. No tengo siquiera que pensar lo que digo, pues no pasa por mi cerebro: va desde mi corazón a las palabras que estás leyendo.

¿Seré demasiado confiada, al confiar en ti y darte el poder de destruirme?

Lo he pensado varias veces. ¿Qué pasa si te vas? ¿Qué pasa si nos vamos los dos, por caminos diferentes? ¿Qué pasa si, de un sentimiento tan puro y perfecto, creamos destrucción y dolor? ¿Dónde quedará la poesía que una vez nos dedicamos, los besos que una vez nos dimos? ¿Las palabras que me dedicaste, serán mentira si eso ocurre?

No puedes jurarme que estarás aquí para siempre. No podemos ver el futuro. Puede ser que llegue un día en el que no hayamos hecho las cosas bien. Puede ser que, ese día, nos domine la irracionalidad y olvidemos el motivo por el que estamos aquí.

Voy a esforzarme por ser consciente de lo que significas para mí. Voy a esforzarme por hacerte feliz y ser feliz a tu lado. Sé que tú también lo harás, porque está en tus ojos.

Cuando me miras sonriendo, lo veo. Cuando me miras preocupado, lo veo. Cuando me miras cansado, lo veo. Y yo siempre he pensado que la mirada no miente.

Llegará una primavera en la que tus ojos contemplen la imagen más maravillosa, impresionante y perfecta jamás creada. Llegará una primavera en la que esa imagen seamos nosotros.

~A. 290121