La voz me mece en una cuna que es una balsa.
En medio del océano, la tenue iluminación del sol de invierno golpea como una pluma las moléculas que conforman mi piel. Las ventanas cerradas están nubladas; afuera llueve, a mi lado, hay un príncipe durmiendo.
Mi corazón se siente en paz, pues no hay aún un tsunami que lo ahogue. ¿Cuánto durará esa voz calmada, que me dice que sea feliz? Qué palabra más bonita.
Me muevo entre dos realidades; el sueño y el despertar. Como un péndulo oscilo y unas manos me acarician la espalda, pero son sonidos, no hay mano en el mundo real.
Toda la presión de la tristeza se va soltando de mi pecho, ya saciada de mi energía. ¿A dónde ha ido ese dolor, ahora que yo no lo tengo? Yo espero que no se haya adherido a ese corazón que busca el bien para el mío. Si me ayuda a cargar todo el peso, acabará hundiéndose, pero él es fuerte.
Mientras yo grito mi dolor, él lo refleja en silencio en su cara. ¿Cuántos besos puedo darte para quitarte esa expresión?
Descansa en la balsa en mitad del océano, yo me tumbo a tu lado y te contemplo mientras sonríes en sueños.
Deseo que seas feliz.
~A. 180121
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El Idioma Del Invierno ©
PoetryEscribo poesía siempre que un sentimiento inunda los caudales de mi vida. Es mi forma de desangrarme y no morir, pero sí nacer más fuerte. --------------------------------- INICIADA: 18/01/21 FINALIZADA: 24/11/22 ---------------------------------
