La chica de ojos verdes solamente la miro completamente confundida y luego le sonrió dulcemente.

Lauren: Bien -Accedió encogiéndose en hombros. Y aunque Camila veía en sus ojos el deseo de seguir mirando el cielo, aquel verde esmeralda se quedo recorriendo sus facciones lentamente, como intentando captar cada mínimo poro en su piel.

Camila: ¿Bien? ¿Solo dices bien? -Estaba claramente consternada-. ¿En serio no vas a pedirme nada más?

Lauren: ¿Tengo que hacerlo?

Camila: No lo se… Es decir, no tengo tatuajes…

Lauren: ¿Hay algo de malo en eso?

Camila parpadeo un par de veces.

Camila: ¡Por supuesto que si! ¡Confiar en una tatuadora sin tatuajes es como pagar por un prostituta virgen!… Si mis clientes se enteraran, yo…

Lauren: No lo sabrán, Camila. Lo prometo -Y sus palabras eran sinceras.

Camila: Pero…

Lauren: Eres increíble ¿Está bien? -Era la primera vez en la que no la interrumpía para decir algo que no venía al cuento. Era la primera vez que realmente parecía interesada en ella-… Cuándo mire tu folio no pensé en cuántos tatuajes tendrías, ni en como serías. Pensé en tus lineas y en como se verían en mi piel… No me importo que fueras un anciano drogado o una muchacha joven con muchos secretos -El cigarrillo se consumía entre los dedos de Lauren, pero ella estaba demasiado ocupada mirando el rostro de Camila Cabello como para preocuparse por esto-. ¿Quieres saber por qué te escogí? -Camila asintió, sintiéndose incapaz de dejar salir alguna palabra de sus labios mientras aquellos ojos permanecían clavados en los suyos. Sin razón alguna su mirada la hacía sentir como si la estuviera desnudando a una velocidad torturante-. Te escogí porque tus tatuajes eran los únicos que tenían lo que yo estaba buscando, Camila.

Camila: ¿Y qué estabas buscando?

Pero Camila supo que había cometido un error preguntando aquello, pues la mirada de Lauren se despego de su rostro y volvió a dirigirse al cielo.

Lauren: ¿No te has puesto a pensar en que las estrellas están tan alejadas una de otras que se encuentran completamente solas? Debe de ser triste ser una estrella.

Esta vez fue Camila quien la ignoro.

***

No había vuelto al interior de la mansión de Alexa, y Lauren tampoco. Se quedaron mirando el cielo sin decir nada, Camila volviendo a colocarse su abrigo cuándo la brisa comenzó a volverse demasiado fría.

Se permitió apreciar el precioso cuerpo de Lauren cubierto por aquella fina tela azul y sus pies descalzos en contacto con el suelo. Se pregunto si ella tendría frío.

Fue entonces cuándo su celular sonó.

Solía cambiar su tono de llama dos veces al día. En el trabajo sonaba una canción con voces guturales, sonidos  intensos y letras crudas. Durante horas libres usaba Eighteen.

Atendió sabiendo que se trataba de Dinah.

Camila: ¿Qué sucede?

Dinah: Nela y yo iremos a su departamento esta noche. Por favor no vuelvas a casa hasta mañana cuándo vaya a buscarte. Quédate con Austin o ve a un hotel… Por favor, Mila. Si mamá se entera me matara y… Quiero ir.

Camila suspiro.

Camila: ¿Estás segura de esto, Dinah? -Era su hermana menor. Su misión era preocuparse por ella.

La Tatuadora de Libélulas |CAMREN|Where stories live. Discover now