LIV: OBLIVIATE

1.3K 76 25
                                    

FINALES DE 1997 - 05 DE MAYO DE 1998.

Cada mañana despertaba horrizada. Con ese temor latente de que ésta situación con Lord Voldemort jamás tendrá final.

Sollozaba en silencio casi todas las noches, y cuando no, me desvelaba leyendo un libro para así despejar la mente de tantos males.

Harry siempre tuvo razón con respecto a Malfoy y Severus Snape. Ron y yo no lo apoyamos como debíamos y ahora Dumbledore estaba muerto, el Ministerio cayó y Hogwarts estaba bajo el dominio de Mortífagos. Tal vez por eso mi corazón se contraía al imaginar la muerte de algún otro conocido.

Por segundos perdí el hilo de los pensamientos y divagué entre sueños que posiblemente no llegarán a realizarse. Hasta que el tacto de algo sobre mi hombro me despabiló. Giré el rostro unos treinta grados, dándome cuenta que en vez de algo, era un alguien.

— Estás muy cansada, Herms, deberías ir a descansar un poco.

Los ojos azules de Ron estuvieron sobre mí, preocupados, esperando pacientemente la respuesta a su consejo.

Suspiré, negando con la cabeza.

— No estamos en tiempos de descansar —dije, pasando otra hoja del viejo libro que había tomado de la biblioteca de los Black. Aunque realmente no recordaba de qué iba, pues mis ojos veían un mar de letras cursivas y negras entre un fondo beige—. Descansaré cuando ésto por fin acabe... Cuando una bocanada de aire no me sepa a males...

Lo sentí moverse, y llegué a pensar que Ron se marcharía, pero no fue así. Ron tomó asiento junto a mi en el piso frente a la chimenea que se hallaba encendida. Aunque fuese Septiembre, el clima se sentía gélido. Al menos yo lo percibía de ésa manera.

— Mañana entraremos al Ministerio —comentó. En su tono de voz percibí recelo y miedo. Ron continuó—. Espero que las cosas salgan bien...

Esperaba también lo mismo.

La mañana siguiente llegó y los tres: Harry, Ron y yo, emprendimos el camino hacia el Ministerio de la Magia.

Los tres esperamos fuera del Ministerio bajo la capa de invisibilidad de Harry. Hasta que me tocó dar el primer paso de nuestro plan.

Sorprendí mediante magia a una empleada del Ministerio. No conocimos su identidad hasta tiempo después, se trataba de Mafalda Hopkirk. Para que el plan funcionara, llevaba conmigo poción multijugos para tomar su forma. Dejamos el cuerpo inconsciente de la mujer en un teatro vacío cercano. Y luego, salí de nuevo, ésta vez convertida en Mafalda. Tenía que conseguir identidad nueva para Ron y Harry.

Fue así como llegué a tomarme con Reginald Cattermole. Le dí un "dulce" que inmediatamente le puso enfermo y le insistí en que debería ir a San Mungo por si había cogido un virus, a pesar de su resistencia. Discretamente adquirí cabellos de él en el proceso, y los utilicé para que Ron tomara su forma. Para así después obtener entonces los cabellos de Albert Runcorn para disfrazar a Harry. 

Todo iba de acuerdo al plan, incluso cuando logramos ingresar al Ministerio bajo identidades falsas, hasta que nos tuvimos que separar.

Ron como Reginald tuvo que ir a solucionar un problema de clima al despacho del Mortífago Yaxley. Para éste punto el Ministerio de la Magia era un nido de víboras venenosas.

Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú".  [TERMINADA]Where stories live. Discover now