KYLER. [AKDR #2]. ©

5

Escucho pasos desde el pasillo, no he podido dormir muy bien sin despertarme a cada momento, he visto el tiempo pasar, no he visto personas por fuera y las ventanas de esta habitación solo reflejan lo que debe ser la parte trasera, lo único bueno es que Kyler se encargó de dejarme con lo suficiente para mí higiene personal, no recuerdo bien el sueño que tuve hace horas, pero involucraba a Kyler y Alexer.

—J'essaye d'aider! —La chica francesa, si me hago amiga de ella puedo lograr que me muestre el lugar y ganarme su confianza más aún si empiezo a recordar mis viejas clases de francés.

Es algo difícil poder recordar exactamente todo lo que aprendí durante muchos años en Frelighsburg, pero no es imposible, recordaré y así podré comunicarme con ella sin que terceros nos escuchen.

Los pasos del pasillo desaparecen, una ráfaga de valor me atraviesa al recordar las palabras de Kyler, se acabó.

Es hora de investigar.

Me levanto y apresuro mi paso hacia el pasillo, cierro la puerta de la habitación y camino hacia el pasillo contrario a las escaleras, veo a la chica francesa llevar unas bolsas.

—¿La habi...? —Carraspeo. —Chambre de... Kyler?

Ella eleva las cejas, sorprendida.

—Oh, c'est au bout du couloir. —Menciona dudosa, señala al final del pasillo.

—Gracias. —Voy caminando hacia el final del pasillo, hasta que llego sin importarme nada abro la puerta. —¡Kyler!

—¿Y ahora qué? —Lo veo levantarse del sillón, cierra el libro que traía en las manos y lo deja caer sobre el sillón a su lado.

—Te exijo que me digas todo lo que tú y Alexer ocultan, exijo saberlo todo. ¡Y no intentes acercarte! —Me cruzo de brazos y mantengo mis ojos en los suyos, espero alguna respuesta de él. Pero simplemente toma asiento de nuevo, se inclina un poco hacía adelante, descansa sus antebrazos sobre sus muslos y me mira.

—Quiero que logres convencerme. —Lleva su mano a su cuello, balancea su pulgar por su garganta. —Uhm.. ¿Por qué debería.. Dejar que lo sepas? Vamos. —Hace un movimiento de su otra mano indicando que hable.

—No estoy para tus juegos, habla ahora. —Sostengo su mirada, él bufa burlón. Se levanta y camina hacia mi, intentando intimidarme, desvio la mirada pero no retrocedo.

—¿Donde quedaron tus modales? ¿Olvidaste como saludar, fiera? —Me corre a un lado de la puerta, aunque me niego termino de pie a su lado, detrás de mi hay un mueble bajo de cajones negros.

Pensé que saldría, tengo claro que voy a seguirlo hasta que me diga lo que quiero saber. Pero no, él solo abre la puerta y hecha un vistazo al corredor antes de cerrar la puerta y fijar sus ojos en mi.

Nos quedamos en silencio, el camina hacia el sillón, toma el libro y camina de regreso a mi. Tan rápido como quise moverme él me acorrala contra el mueble detrás de mí, sin llegar a tocarme, hace a un lado su rostro, hasta que siento su respiración en mi hombro derecho.

Escucho que abre y cierra los cajones detrás de mí, antes de alejarse sonríe y con su pulgar e índice levanta mi mentón por unos segundos. —Convenceme de hablar.

Coloca un cigarrillo en sus labios y procede a encenderlo, no tarda en sostener el humo en su boca y soltarlo en mi rostro.

—Basta, deja de actuar así.

—¿Así como? —Sonríe. —No voy a tocarte, a menos que me lo pidas.

—No te pediré eso, tenlo por seguro. —Levanto la mirada hacia él, él asiente burlón. —Cuanto te vi por primera vez, me llamaste como lo hacían en... —Soltó nuevamente el humo en mi rostro, aún así no me detuvo. —¿De donde me conoces?

Volvió a dejar todo el humo del tabaco en mi rostro, evito toser y le quito el cigarro de la mano y lo tiro al tacho.

—¡Responde! —Regreso a mi lugar, él rueda los ojos.

—¿Eso es lo que quieres saber exactamente? ¿Estas segura que quieres saber eso?

—Si, dímelo. Y sin mentir, si lo haces te vas a arrepentir. —Lo señalo con el dedo índice, el solo sonríe y asiente.

—Caroline Villeng. ¿Te suena? Ella es parte de la Organización Mundial de Criminales. ¿Recuerdas que lo preguntaste hace tiempo?

—Si. —Hablo entre dientes y entrecerrando los ojos. —Y dijiste una cosa completamente diferente.

—Para que tú sepas todo lo que hay frente a ti, pero todos te lo impidieron ver, tienes que tener en cuenta que una vez que lo sepas, no hay marcha atrás. —El juega con sus anillos. —Quizás es por ello que él te ocultó tantas cosas.

—¿Alexer sabe todo?

Dejó su mano para acercarse a mí y sostener mi mentón con fuerza. —¿Que te dije? No vuelvas a repetir su nombre, maldita sea.

—¿Quien es Coraline Villeng?

—Es cierto, aún no lo sabes. —Se aleja de mi y va hacia su escritorio, abre un cajón y saca un ordenador. —¿Estas segura que quieres saberlo? Primero necesito que hagas algo por mi, luego... Estarás dentro de todo esto, sabrás hasta arrepentirte de preguntar.

—¿Que quieres que haga? Espero no sea..

—No, solo tenemos 3 días. ¿Quieres saber de la OMC? Sabrás sobre esa mierda, por que ahora eres una asesina.

—¿Que?

Él guarda el ordenador en un bolso negro, repleto de billetes por lo poco que pude ver. Jadeo sorprendida hasta que deja caer el bolso por la ventana y viene hacia mi, saca una pistola de su espalda baja y me apunta a la cabeza.

—¡Dile a tu jefe que hemos llegado! —Escuchamos una voz de la primera planta.

—Solo sigue la corriente y no te va a pasar nada, cuidado con hacer tonterías, Sage.

Salimos de la habitación, el me tiene contra su cuerpo y el arma pegado a mi cabeza.

—Está aquí, no está muerta. —Habló a los tipos mientras bajamos las escaleras.—¿Quien los mandó a por ella?

—Coraline Villeng, conocida como.. Solange Bronova.

—¿Que? Mi mamá es... ¿Es Coraline Villeng?

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N/A:
¡Hola! ¿Como están?
Primero que nada lamento la ausencia. He visto que Sage no es la mejor protagonista, pero es así como la estoy haciendo aprender de sus errores, la trato de hacer lo más humana posible. Mis personajes lo son todo para mí, así que si no les gusta por favor dejen la lectura, sin malos comentarios.

Ella tiene sentimientos. Okno JAJAJA es que no es de mi agrado. :((

No olviden tomar agua. 🧡

AL.