Palabras de amor

Capítulo 1

Abril de 1824 en algún lugar de Londres

Kate tomó la ligera pluma entre sus manos pero nada le venía a su mente, no tenía palabras que decirle al famoso Christian Grey. Suspiró y leyó de nuevo la carta:

Para: Katherine Kavanagh

Apreciada señorita Kavanagh, se que no me conoce, no se preocupe que pronto podremos vernos en persona pero quiero expresar mi interés de una relación entre los dos, hasta llegar al matrimonio.
Espero que para la llegada de esta carta ya esté enterada de mi propuesta de matrimonio, si no, con mis palabras le confieso mi profundo interés de convertirla en mi esposa. le garantizó seguridad, estabilidad, respeto y con el tiempo cariño, se que resultará difícil de creer que podamos llegar a querernos pero créame cuando le digo que la vida da sorpresas...dejaremos que nos sorprenda.

Esperando que se encuentre bien, y también su pronta respuesta querída Katherine.

Kate no sabía que pensar de ese tal Christian, no sabía siquiera como era su rostro, solo conocía su nombre y edad...su padre no había tenido la delicadeza de informarle más sobre su futuro marido, al menos no era un viejo decrépito, aún así era terrible su situación ya que ella siempre había soñado con escoger a su propio marido, sabía que muchas mujeres tenían sus matrimonios por interés social o otras razones y ella siempre había temido que le pasara eso.
Ya había hablado con su padre de la situación y él había aceptado dejarla elegir al hombre de su vida.
Que equivocada estaba al confiar en sus palabras. Ahora tenía que escribirle una carta a un hombre desconocido y lo peor era tener que escribir palabras dulces para tenerlo contento.

_¡Demonios! ¿que le puedo escribir?_ dijo enojada y se levantó para caminar de un lado a otro de su habitación, hasta que se le ocurrió una idea, robaría palabras de libros de romance.
Estaba dispuesta a salir de su habitación cuando la puerta se abrió y su amiga Anastasia apareció frente a ella.

_Hola Kate_ la saludo su amiga, sin tener idea del conflicto de Kate.

_¡Ana que bueno que haz llegado! entra_ la invito, Kate sintió alivio por que Ana era la indicada para que le dijera que escribir, siempre tenía libros de romance en sus manos.

_¿Que sucede?

_Bueno...ha llegado la carta esta mañana.

_De tu prometido_ dijo Ana con una sonrisa burlesca.

_Deja de reírte por que mi situación no da nada de gracia querida amiga, es terrible.

_Claro_ Ana se mostró más seria pues vio la mortificación en el rostro de su amiga_ lo siento Kate.

_Te perdonó pero quiero que me ayudes a escribirle la carta, ya sabes, con palabras dulces y todas esas cosas cursis.

_¿Yo? ¿no se supone que debes responderle tú?

_Si, se supone pero te recuerdo que no le conozco y no siento el mínimo afecto por él, así que debes ayudarme...tu lees muchas novelas debes pensar en algo bueno.

_Está bien, déjame leer la carta_ Le pidió Ana, Kate la tomó de su mesita y se la dio, Ana la leyó rápidamente.

_Muy bien, supongo que solo debes mostrarte amable no creo que debes hablar de amor todavía...