Pero cuando la tenía así de cerca quería creer qué tal vez luego de tantas generaciones de luchar contra el monstruo, de privarlo de comida, de encerrarlo, eso finalmente había logrado matarlo.

O debilitarlo lo suficiente.

Quería creer que por eso, no era imposible que ella me gustara.

Que podía permitirme mirarla.

Tocarla.

Que ella me volvía humano.

Que me acercaba a Dios, por muy hereje que fuera.

¿Pero cómo es posible que la persona que se supone que te acerca a Dios, que te purifica, es la misma que no deja que le pongas un gramo de atención a lo que esta diciendo el sacerdote, porque los bigotes de espuma que le dejó el chocolate caliente que se tomó antes de entrar, te resultan mucho más interesantes que todo lo que está sucediendo a tu alrededor?

'Porque es una hereje' —pensé —'Es una hereje a la que un día suspendieron por decir que el Cielo debía ser un paraíso nudista porque sino Dios habría creado a Adán y a Eva con todo y ropa'

"Alan" —la voz de mi novia me sacó de mis pensamientos —"Es hora"

La observé mirarme y asentí.

Cuando pasé al lado de Helena le di un ligero puntapié.

Eso la hizo emitir un quejido y brincar, y yo sonreí hacia mis adentros.

Ojalá eso fuera suficiente para mantenerla despierta, al menos, hasta que bajara del estrado"

—Alan Garcés Belmont Chevalier




Deimos dijo que Damasco iba a estar inconsciente un tiempo, que iba a tardar en despertar.

Esbozó una sonrisa mientras dejaba caer la piel de Alan Garcés al piso, para meterse de nuevo en la propia.

El sonido que hizo al caer, fue muy parecido al que hace un cascaron cuando lo pisas, incluso puede que fuera el mismo.

Pero yo no me inmuté.

En ese momento la forma en que tronaban las pieles que las serpientes mudaban y desechaban, no podía importarme menos.

Había otro tipo de dudas carcomiéndome ferozmente las entrañas.

Hundiéndome...

¿Cuanto es un tiempo?

¿Unos días?

¿Semanas?

¿Meses?

Pero Deimos no quiso ser tan especifico.

Simplemente se rió de la situación y dijo:

"Un tiempo es un tiempo, gatita. Al tiempo le gusta pasar diferente para todos... pero si yo fuera tú, esperaría sentada. Y mientras tanto vería la forma de conseguir mi propia silla, porque no es ningún secreto que los muebles de este tipo de lugares suelen ser duros y terriblemente incómodos y yo soy partidario de disfrutar de absolutamente todo lo que hago, ¿Ves?"'—sus ojos de hielo se deslizaron con minucia a lo largo de la habitación, hasta detenerse sobre el cuerpo inmóvil de Damasco—"Incluso si es algo estúpido, tedioso y soso. Como dedicarme a espantarle las moscas con una mano a un cadáver, mientras me seco las lagrimas con la otra... Bueno, a alguien que estuvo a nada de serlo. Sí te fijas bien no hay mucha diferencia entre un cadáver y eso, son exactamente igual de entretenidos... solo que al cadáver lo cuidas únicamente un día, y luego le lloras un poco ya sea por compromiso, pena, o mi favorito: culpa. Normalmente nadie nota la diferencia. Ese es uno de los mayores encantos de los rituales humanos, por eso me encanta verlos. Es como jugar mentalmente a las adivinanzas; ¿Por qué cada quien hace qué cosa? Es divertidísimo. Muchísimo mejor que cualquier juego de mesa que conozca, te lo aseguro. Sobretodo porque lo puedes jugar en solitario, mientras estás haciendo cualquier otra cosa; como degustar los postres que ofrecen los servicios funerarios en turno, arrancarle las alas a una mariposa o sentarte a escuchar las lamentaciones de los dolientes y ensayar uno que otro gesto de preocupación, para ver cuáles funcionan mejor y usarlos cuando sea realmente necesario".

El día en que mi reloj retrocedió  [Completa✔️✔️]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon