Capítulo 7

321 8 2
                                    

Dormir

Fue lo que menos pude hacer los últimos tres días. El miedo porque las pesadillas regresaron, se intensificó con el paso de los días.

Mis horas de sueño han disminuido considerablemente. Cada vez que cerraba mis ojos, me invadía una sensación indescriptible de terror.

Me enfoque en hacer otras actividades para no pensar en eso. Pero no podía seguir así, no podía evadir lo que me pasaba. Las horas de sueño faltantes me han estado pasando factura. Llegó un punto donde mis ojos se cerraban inconscientemente, y cuando estaba a punto de caer en un sueño profundo, algo en mi mente se activó, una señal de advertencia que me advirtió que pasaría si me duermo, entonces me despierte con una sensación de miedo, un vacío que no pude llenar con nada.

Pero tengo que dormir, las ojeras debajo de mis ojos, sólo han puesto en alerta a mis papás, que me han dicho la mala idea que fue ir al muelle, yo pienso lo mismo, pero, estar allí es calidez, familiaridad, soledad, pero al mismo tiempo es un recuerdo constante del pasado.

El pasado es una parte de la vida de todo ser humano, que se va formando a partir de recuerdos, experiencias que construimos al lado de personas que son importantes para nosotros. Cada persona tiene un pasado diferente, la mayor parte suele ser feliz, pero siempre hay factores externos a nosotros que hace que esa felicidad se vea afectada de una u otra manera. Conforme crecemos eso se va quedando atrás como un recuerdo confuso de aquello que opacó la felicidad que experimentamos. Cada persona es diferente por lo que pasa por situaciones diferentes, eso va a depender del entorno en el que estemos rodeados. De eso dependerá la construcción de recuerdos de una persona.

Todos queremos que nuestros recuerdos sean felices, que nada los opaque o que los afecte, pero las cosas no salen como queremos. La vida nos pone pruebas a lo largo de nuestra vida en un punto en específico, para enfrentarlas de la mejor manera, sacando a relucir nuestro lado valiente y nuestra capacidad de afrontarlas. Cada persona afronta diferentes pruebas, unas más difíciles y dolorosas que otras. Pero hay veces que la vida te sorprende, poniendo pruebas en momentos menos esperados, y peor aún cuando es en la infancia como me pasó a mí.

Mi infancia fue hermosa, la mayor parte del tiempo, pero paso algo inesperado, una prueba a muy corta edad, que me marcó para siempre. Mi capacidad de superación no fue la mejor, y menos con lo que paso. Tanto fue el impacto que tuve que asistir al psicólogo, los primeros meses fueron consultas diarias, después semanales y por último mensuales.

Hace años que no asisto, porque no lo creí necesario, pero no puedo seguir asi. Nunca voy a olvidar lo que sucedió, con el paso de los años se hace más llevadero, y si disminuye, pero eso no quiere decir que se olvidó por completo.

Necesito ir a platicar con Olivia, mi psicóloga, hace años que no tengo una consulta con ella, pero pláticas sí, sin mencionar asuntos de mi pasado, sólo el presente.

Ella trabaja en el mismo hospital donde trabajo. Le llame por teléfono para preguntarle si podía pasar por su consultorio después de clases, y ella me dijo que sí, que no había ningún problema.

Ahora estoy caminando por los pasillos del cuarto piso para llegar a su consultorio, cuando llegó entró a la recepción, y preguntó por ella. Me informa su recepcionista que está atendiendo a su último paciente, que en cuanto ella termine podré pasar.

Tomó asiento en la sala de espera, que está conformada por sofás de color crema, en el centro una mesita con revistas, para que los pacientes se entretengan mientras esperan, y una pantalla, que está enganchada a la pared, que está reproduciendo música con sonido sutil.

Tomó una revista y la hojeo leyendo las notas que hay en ella, normalmente suelen ser chismes de la vida de los famosos, que a todo mundo le llama la atención. Sin nada interesante en la revista la dejó en su lugar, y sacó el libro que estoy leyendo de mi bolso, para así continuar con la lectura en donde me quede.

El Contrato ©Where stories live. Discover now