-¿Te puedo ayudar en algo?
Con esa pregunta comenzó todo. Él estaba muy nervioso, es normal ver a muchos chiquillos inexpertos entrar a mi tienda y volverse un manojo de nervios. Pero él era diferente, su sorpresa y curiosidad era genuina, como la...
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—¿Tienes que irte? —pregunta Seokjin con pesar al cachorro. —El omega malhumorado dijo que podías tomarte el día libre.
—Lo sé hyung, pero no quiero ser irresponsable y dejar a Yoongi hyung con todo el trabajo solo. —explica Namjoon mientras ambos chicos terminan el desayuno hecho por el mayor. El cachorro por más que quisiera quedarse a pasar todo el día con el alfa se siente con el deber de ir a ayudar al omega, además no quiere que el alfa se dé cuenta que el malestar de ayer había empeorado esta mañana. Namjoon no quiere preocupar a Seokjin, por lo que decide que es mejor irse antes de que el alfa se dé cuenta que su malestar ha empeorado.
—Bien, pero yo te llevaré. Y no acepto un no como respuesta. —Sentencia el mayor a lo que el cachorro solo asiente y sonríe sin protestar.
Una vez están en la camioneta, Seokjin no lo nota pero los malestares del cachorro comienzan a empeorar. Namjoon comienza a sentirse extraño otra vez, la cabeza le duele, se siente acalorado y sofocado, pero se esfuerza en ocultar sus síntomas del alfa. Y lo hace con éxito, pues este no se da cuenta de nada, aunque de igual forma le pregunta.
—¿Estás seguro que te encuentras mejor?
—Si, hyung no te preocupes. —contesta el chico haciendo su mayor esfuerzo para ocultar un escalofrío que lo recorrió de repente. La combinación de síntomas es realmente extraña, Namjoon no quiere creer que se trate de lo que está pensando.
—De igual forma, toma esto. —dice el mayor mientras se estira hacia el asiento de atrás de la camioneta, coge un paquete y se lo da al chico sentado en el asiento del copiloto. —Son supresores, por si tu presentación llega a ocurrir de repente.
El chico toma el paquete con una sonrisa y sonríe al alfa. —Gracias, Jin hyung.
—Por favor, llámame si llega a ocurrir. Llámame incluso si no ocurre nada. Quiero asegurarme que todo está en orden, así que estaré esperando tu llamada.
—Lo haré. —concede el chico antes de bajarse por fin de la camioneta y despedirse del mayor con un tierno beso en la mejilla y una pequeña sonrisa.
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