Trago saliva.

-no en este momento, Noan- me pongo de pie dejando mis platos en la tarja y comenzando a caminar hacia la habitación escucho sus pasos detrás de mí.

-¿por qué?- pregunta de nuevo.

Volteo hacia él mientras comienzo a sacar un poco de ropa de mi maleta para vestirme, debía de ir a trabajar.

-porque estoy harta de que siempre esté interfiriendo en mi vida- respondo sin mentir- siempre que parece que estaremos bien entonces él o cualquier otra persona debe de meterse, solo quiero que me dejen ser feliz así sea por cinco putos minutos.

Suelta un suspiro lento mientras ve cada uno de mis movimientos.

-está bien- suelta finalmente- hablaremos después de eso.

-gracias- respondo en su dirección, camino hasta la cama para dejar algunas cosas sobre esta- me meteré a bañar.

Antes de que pueda hacer algo más veo como baja su boxer y comienza a caminar hacia él cuarto de baño.

-¡Noan!- regaño.

-te gané la ducha, bella- escucho su voz dentro de este.

Continúo arreglando las cosas sobre la cama.

Escucho como comienza a sonar el ruido de la regadera.

-¿por qué solo tienes cosas tontas que huelen a flores?- río terminando con la cama.

-para que así huelas a chica y nadie se te acerque- respondo y escucho su risa, me acerco un poco- guapo.

-dime.

-¿puedo ducharme contigo?- se mantiene en silencio unos segundos.

-¿en algún momento vas a dejar caer el jabón intencionalmente para después hacerte la sorprendida mientras te agachas por él?- pregunta, puedo escuchar como un toque de maldad y diversión se pinta en su voz.

-sí- respondo sonriendo.

-adelante, bella- solo río y entro al cuarto de baño donde me espera.

-¿te quedarás aquí para siempre?- pregunta el rubio, estábamos terminando de vestirnos.

-no- respondo- supongo que debo comenzar a buscar un departamento propio.

-tengo una propuesta mejor- responde, volteo hacia él mientras me coloco mis aretes.

-¿cuál?- pregunto.

Se mantiene en silencio un poco antes de hablar.

-¿por qué no vienes a la mansión conmigo?- pregunta finalmente, su voz sale nerviosa, lo miro, su pregunta me toma por sorpresa.

-¿vivir juntos?- pregunto veo como rasca su nuca.

-sí- responde después de algunos segundos- juntos.

Sonrío lentamente.

Me mantengo en silencio también.

-solo es una sugerencia- habla de nuevo- me encantaría que dijeras que sí.

Su teléfono comienza a sonar, se disculpa mientras sale de la habitación para responder la llamada y solo me quedo de pie aquí mientras comienzo a guardar mis cosas.

Regresa después de unos minutos.

-debo de ir a Londres- habla entrando por completo a la habitación mientras veo como toma su saco, está a punto de hablar de nuevo pero se detiene a mirarme curioso- ¿qué haces?

-ya nos vamos, ¿no?- pregunto y su mueca de confusión pasa a una sonrisa.

-¿estás diciendo que sí?- pregunta.

-me gustaría vivir contigo- respondo.

Sonríe aún más.

Me acerco hasta quedar frente a él y beso sus labios, sus manos sostienen mis mejillas con delicadeza.

-gracias- suelta.

-¿por qué?- pregunto.

-porque me haces feliz- sonrío y vuelvo a besarlo.

Llegamos a la mansión, uno de sus hombres traía mi auto mientras yo venía junto a Noan, veo a través de la ventanilla su casa.

-¿qué pasa?- pregunta mientras se estaciona.

-me siento como una intrusa- suelto y sonrío.

-no lo eres, Aline- responde, baja del auto y camina hasta abrirme la puerta para ayudarme a bajar.

Entramos a la casa y solo caminamos hasta la habitación en donde ya estaban mis cosas.

-puedes ocupar el espacio que quieras, los muebles que quieras- comienza él mientras lo veo sacar otro traje para cambiarse.

-¿puedo llenar el baño con cosas florales?- bromeo y me mira ladeando la cabeza.

-los odio pero sí te hace feliz entonces sí- sonrío y solo comienzo a mover mis maletas.

Él me indica lo que hay en cada espacio así que sólo comienzo a acomodar mis cosas.

Era extraño, me sentía como una intrusa, a pesar de que aquí ya todos me parecían conocer no podía evitar sentirme como una intrusa.

Sale del baño después de peinar su cabello.

-debo de irme, el jet está esperándome- asiento mientras se inclina hasta quedar a mi altura- todos aquí están enterados de tu llegada- comienza- Charles y algunos hombres estarán a tu disposición, si necesitas cualquier cosa solo llámame, no importa la hora que sea, ¿entendido?- asiento, se inclina a besarme y respondo de la misma manera- prometeme algo- habla- que no te acercarás a tu padre, no hasta que hablemos sobre lo que Adrien dijo.

-lo prometo- respondo finalmente y sonríe.

-te amo, bella.

-te amo más- respondo y después de un beso más sale de la habitación, solo continúo guardando mis cosas, termino después de un pequeño rato.

Antes de irme a la empresa guardo algunas cosas que ha dejado, ha dejado un reloj y unos gemelos, me acerco a guardarlas en su cajón y después de hacerlo, cuando estoy a punto de cerrar este, veo aquella caja de terciopelo.

La tomo entre mis manos y la abro mientras veo aquel anillo tan hermoso dentro de esta, no puedo evitar sonreír al recordar las palabras de Noan, lo había mandado a hacer especialmente para mí, el zafiro azul sin duda alguna me recordaba también a sus ojos de este mismo color, los enigmáticos ojos azules de Noan Salvatore, él quería casarse conmigo.

Tomo aquel anillo y lo coloco en mi dedo anular.

A quién quería engañar, yo también moría por casarme con él.

Guardo aquella caja de terciopelo en su lugar y solo camino para salir de aquí no sin antes mirar de nuevo el anillo que ahora adorna en mi mano.

Fin del maratón.

Espero que les haya gustado. ¿cuál de los tres capítulos les gustó más?

Nos leemos pronto.

-Neftali.

Tu nombre en mi pielWhere stories live. Discover now