No responde de nuevo, no quería preocuparme, no debía de preocuparme, eso es lo que menos debía de hacer, subo a mi deportivo y comienzo a conducir hasta la mansión de su familia a la cual llego después de unos minutos.

Bajo del auto y comienzo a caminar a la entrada de esta, antes de que pueda tocar el timbre, una mujer abre la puerta, estaba a punto de salir.

-buenos días- saluda- ¿buscaba a alguien?

-buenos días- respondo- busco a Aline.

De repente su rostro hace una mueca.

-la señorita Aline dejó la mansión ayer- responde- se ha ido.

Eso me cae como un balde de agua fría.

-¿sabe a donde se ha ido?- aquella mujer mira dentro de la mansión y después mira por afuera también, como si estuviera vigilando que nadie nos vea. Hasta que finalmente habla dándome la dirección de aquel lugar, agradezco y comienzo a conducir hasta donde me ha dicho.

Es un edificio, lo reconocía aunque nunca había venido aquí. Entro a lo que parece ser la recepción y me acerco a una de las chicas aquí.

-buenos días- hablo y sube su mirada para mirarme, veo como sus ojos se abren un poco y un poco de rojo tiñe sus mejillas- ¿podría decirme cual es el departamento donde se encuentra Aline Vial por favor?

Asiente de inmediato y solo baja la mirada a la portátil aquí, una vez que teclea vuelve a mirarme para hablar.

-piso cinco, habitación catorce- agradezco y voy hasta el elevador para marcar el piso que me ha indicado, una vez aquí busco la habitación y cuando estoy frente a esta comienzo a tocar el timbre con desesperación, Aline iba a matarme ya que apenas estaba amaneciendo pero sería un riego dispuesto a tomar.

La puerta se abre lentamente y la veo de pie ahí.

-bonito departamento- hablo mientras la miro fijamente- hubiese sido mejor si me hubieras avisado que te habías salido de tu casa- continúo aún con mi mirada en ella, solo llevaba su pijama puesta.

-buenos días para ti también- habla, quiero sonreír al escuchar su voz ronca y adormilada pero sólo aprieto mis labios lo suficiente para que no se me escape aquella sonrisa que amenaza en mis labios, ella abre la puerta por completo y se hace un lado para dejarme pasar, una vez que estoy completamente adentro escucho como cierra la misma puerta.

-estuve llamándote- comienzo- antes de dejar Italia lo hice, cuando llegue a Francia lo hice también y en ningún momento respondiste mis llamadas- vuelvo a mirarla, se queda pensativa algunos segundos hasta que regresa a la realidad dando su respuesta.

-mi celular se quedó sin pila- responde.

-existen los cargadores- respondo de inmediato.

-lo sé- responde- olvide ponerlo a cargar- explica, su mirada azul no deja la mía ni un solo segundo.

-luego, voy a casa de tu familia y una de las empleadas me dice que te fuiste- continúo- que te llevaste todas tus cosas y te fuiste- recuerdo- ¿sabes lo estúpido que me sentí al no tener ni puta idea de donde estabas y aún más de que no contestabas mis llamadas?

-pensaba decírtelo- se adelanta interrumpiendo- solo que lo olvide.

Mi ángel siempre sería así. No olvidaba la cabeza solo porque la tenía pegada.

-¿hay algo que no olvides?- pregunto cruzandome de brazos intentando lucir serio.

-no lo sé- responde después de unos segundos- posiblemente también lo olvide.

Tu nombre en mi pielHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin