Antes de que pueda hacer o decir algo más, saco mi arma y disparó en sus dos piernas haciendo que caiga de inmediato mientras grita de dolor, guardo mi arma detrás de mi cinturilla y me acerco lentamente mientras veo como se retuerce de dolor, sin esperar más lo tomo con dureza y brusquedad de su camisa para comenzar a arrastrarlo fuera de la habitación hasta llegar al pequeño espacio libre que conecta la cocina con la sala en donde lo suelto haciendo que se golpee con el piso, dos de mis hombres se encuentran cuidando en la puerta, miro a la cocina y ya han dejado algunas de las cosas que pedí aquí, camino hasta estas y tomo el soplete que está aquí, comienzo a prenderlo y sonrío al ver la flama de fuego salir de este.

-¿sabías que me encanta el fuego?- pregunto mientras me acerco lentamente a Adrien mirándolo, sus ojos van hasta el artefacto en mis manos, volteo hacia mis hombres y hago una seña que entienden de inmediato.

Toman al castaño y lo llevan hasta una silla en donde comienzan a amarrarlo mientras este aún sigue chillando de dolor por los disparos en sus piernas.

Una vez que está completamente sujetado se alejan volviendo a sus posiciones anteriores, me acerco quedando frente a él y vuelvo a prender el soplete en mis manos, me agachó quedando a su misma altura y entonces comienzo a pasar la flama por su pierna, no lo acerco lo suficiente porque lo único que quiero es que sufra, no que todo esto sea rápido, detengo mi mano dejando la flama en su entrepierna y solo comienzo a hacer círculos sobre esta parte mientras comienza a quejarse.

-déjame en paz- comienza- déjame.

-no- respondo sin más.

-si vas a matarme solo hazlo sin más- comienza- ¡matame y ya!

Río con sarcasmo mientras veo como comienza a gritar en cuanto acerco un poco más la flama a su entrepierna.

-mereces sufrir- respondo- claro que te mataré- continúo- pero antes de eso me encargaré de que sufras por lo que has hecho.

De un momento a otro me alejo y voy por una pieza que había encargado, comienzo a pasar el fuego por la herradura en mi mano mientras camino detrás de la silla en la que se encuentra Adrien.

-puedo reconsiderar el dejarte ir- miento- ¿qué tal si me cuentas cuál era tu plan?

Su voz es temblorosa, está cagado de miedo.

-me casé con Edith por el dinero de su padre- comienza a hablar con miedo- una vez que nos casamos me encargué de que ella dejará todo a mi nombre- solo escucho lo que dice- y así lo hizo, todo pasó a ser mío, comencé a tener problemas con el alcohol y el juego y comencé a perder todo poco a poco- estoy detrás de él solo escuchando- mi madre me hablo entonces de la familia Vial, una de las más prestigiosas y de la alta sociedad- eso ya lo sabía- fue así como hace años mi madre se encargó de que conociera a Aline, en aquel estúpido club que ahora te pertenece- recuerdo ese día- no sabíamos que Aline salía contigo, no sabíamos que ella era difícil- escuchar eso me hace enfadar- y aún así seguimos intentándolo.

-¿por qué Aline?- pregunto.

-porque su familia tiene dinero, porque yo necesitaba dinero y ella era una presa fácil- responde- sus padres me veían como él candidato perfecto para ella sobretodo considerando que ellos te odian y no te querían a su lado, fue fácil ganarme su confianza y fue aún más fácil que ellos intentarán unirme a ella.

-¿sus padres lo sabían?- pregunto de nuevo, escucho como se queja y habla después de unos segundos.

-no- responde- nunca lo supieron, pero- continúa- a pesar de todo su padre fue quien me sorprendió.

-¿por qué?

-su obsesión porque tú y Aline estuvieran lejos lo llevo a cometer muchas cosas- comienza- él fue quien hace años le pagó a algunos hombres para que estuvieran de infiltrados contigo- recuerdo eso, me enteré de que había infiltrados el día de la graduación de Aline pero nunca supe quien los había mandado- quemó el restaurante de Alissa para culparte a ti incluso casi le causó la muerte a su propio padre para presionar a Aline a terminar contigo- maldigo en voz baja- ha hecho algunas otras cosas, por ejemplo- se detiene un poco, veo como su sangre ya se encuentra manchando el piso- le hizo creer a Aline que Oxford había aceptado su beca cuando en realidad lo que hizo fue sobornar a algunas personas y pagar una majestuosa cantidad para que ella pudiera irse de Francia y estudiar fuera- prosigue- y lo último y más reciente, fue quien me dio la idea de pedirle matrimonio a Aline- suelta- él sabía que su padre le dejaría la empresa a ella, me dijo todo lo que debía de hacer, creo el plan perfecto, casarme con ella y una vez juntos hacer que la pelirroja aceptará que yo manejara la empresa para después darle el poder a su padre de nuevo, una vez que la empresa volviera a manos de él entonces me daría una generosa parte del dinero- un enojo regresa a mi- yo tendría el dinero que tanto anhelaba y él tendría la empresa de nuevo, era justo lo que había sido mi objetivo desde el principio, la única diferencia es que su padre era quien me ofrecía a su propia hija en bandeja de plata y por supuesto que aceptaría.

Termina de hablar y entonces sin poder esperar un segundo más tomo con brusquedad su rostro para inmediatamente pegar la herradura que ya se encuentra totalmente caliente en su mejilla, suelta de inmediato un grito de dolor mientras intenta soltarse pero es en vano.

-esto es por Edith y su bebé- suelto mientras pego más aquella pieza hundiéndola en su piel. Me alejo después de unos minutos que han sido suficientes para dejar la marca en su rostro.

Camino hasta una de las garrafas de gasolina aquí y sin más echo en su entrepierna.

-¿algo que debas de decir?- pregunto.

-yo no soy el enemigo- habla con dolor- mientras ese hijo de puta viva se encargará de que ustedes no puedan ser felices- su voz es dura.

Entonces, prendo fuego en aquella parte que de inmediato comienza a incendiarse, me alejo solo mirando el sufrimiento de aquel hombre, después de unos minutos el olor a carne quemada comienza a llegar, sus gritos son devastadores pero no me remueven ni un poco, su sufrimiento era justo lo que quería, quería que sufriera antes de morir y eso es lo que estaba haciendo, él sufría y yo era el causante de eso.

-le prometí a Edith que pagarías por lo que hiciste- comienzo aunque él no está concentrado en mi- y estoy cumpliendo esa promesa.

Comienzo a caminar para salir de aquí pero antes de irme termino de rociar la gasolina restante sobre su cuerpo empapandolo por completo y haciendo que el fuego comience a esparcirse por todo su cuerpo creando aún unos gritos más devastadores de lo que ya eran, doy vuelta y me largo de aquí.

-saben lo que deben de hacer- hablo a los hombres aquí- una vez que comience a morir incendien el lugar por completo, no quiero ni un solo rastro de este pedazo de mierda.

-entendido, señor- hablan y solo salgo del edicio para ir hasta mi auto, miro el edificio por última vez y subo a mi deportivo para irme de aquí.

Adrien ya no era más un problema, sin embargo, ahora debía de preocuparme de otras personas más, incluidas el padre de Aline.

Capítulo nuevo.

Espero que les guste.

Nos leemos pronto.

-Neftali.

Tu nombre en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora