PRÓLOGO

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Mi vida hasta ahora ha sido casi normal, después de que mis padres se divorciaron traté de acostumbrarme a ese nuevo estilo de vida.

Para una adolescente es muy traumático y doloroso el hecho de que sus padres se separen, saber que ya no los volverá a ver juntos y que además ellos tal vez puedan conocer a otra persona y tener más hijos, eso, particularmente eso es muy doloroso.

En cambio, para mi fue liberador, mis padres peleaban todo el tiempo y ahora que no viven juntos hasta se llevan bien.

No les voy a mentir, extraño los fines de semana en familia y esos juegos que hacíamos en casa cuando no había buen clima para salir. Sin embargo, se que ellos están felices y eso me hace feliz.

En general hasta ahora todo estaba bien, incluso el hecho de que mi padre se casara estuvo bien, él es feliz y su esposa es una buena mujer y lo mejor es que no tiene hijos, aunque supongo planean tenerlos pero serán mi sangre y los voy a querer, creo.

Sin embargo, hace una semana mi madre me dio una noticia, algo que definitivamente va a cambiar nuestras vidas.

- Hace una semana. -

- Madre: Madeleine, necesito hablar contigo.

- Yo: Puedes hablar, siempre y cuando no sea sobre el gato, ya te dije que no lo dejaré ir.

- Madre: No es sobre el gato, es aún más importante.

- Yo: Por el tono en el que lo estás diciendo me pones muy nerviosa.

- Madre: Madi, ¿Recuerdas que te hablé de un hombre con el que estaba saliendo?

- Yo: Si, lo recuerdo, ¿Qué pasa con él? ¿Te hizo algo malo?

- Madre: No, para nada. Madi, él y yo tomamos una decisión, vamos a vivir juntos y después nos cansaremos.

- Yo: Que van a hacer ¿QUÉ?

- Madre: Espero lo tomes de la mejor manera, él me hace feliz.

- Yo: Estoy sorprendida, no creí que fueran tan en serio, pero si te hace feliz, a mi me hace feliz.

- Madre: Gracias mi amor, solo hay un pequeño detalle. Nos mudaremos a la ciudad donde él vive.

- Yo: ¿QUE? ¡NO! No me puedes hacer esto, toda mi vida está aquí, tú, no solo puedes decir que nos iremos así como así. ¡MAMÁ, NO!

- Madre: Lo siento cariño, la decisión está tomada. Espero te portes bien con James y con su hijo.

-Yo: ¿Además de que nos mudaremos de ciudad, él tiene un hijo? Genial mamá, no pudiste haber arruinado mejor mi vida.

Y si, mi vida está arruinada. Justo ahora estamos volando hacia otra ciudad donde no conozco a nadie, viviré en la casa de otros, con un hombre que no conozco y con su hijo rebelde de dieciocho años.

Si, esto es justo lo que quería mamá, gracias.

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