02: Desafiar a un diablo

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No pasó más de dos días para que el tema de la búsqueda de la prostituta de un Dorrance volviera a alterar la paz de Blane's.

—¿Ya están los resultados de la primera selección? —preguntó una chica de mi sector.

—Hace poco llegaron—contestó Verónica con evidente emoción—. Van a enviar un correo en unos minutos con los nombres con las indicaciones de la nueva selección, ¡esto me pone los pelos de punta!

Luke jaló mi camiseta entre todo el alboroto.

—Con Vero estamos seguros de que saldrás seleccionado, no nos defraudes—me dijo con tranquilidad.

Me quedé quieto en mi lugar manteniendo mi vista en Verónica rodeada por el hiperventilado personal.

¿Defraudar? Entonces voy a decepciónalos en un nivel más grande.

—Sabes que no saldré seleccionado—le dije con la misma tranquilidad. Luke soltó una pequeña risa.

—Puede que sí, puede que no, pero la verdad es que tengo una pequeña intuición.

Observé al pelirrojo de reojo y este me sonrió. No entendía el porqué de la situación, pero a veces Luke me daba algo de miedo con esas sonrisas que parecían inocentes, pero ocultaban cosas que no eran de Dios o alguna otra clase de santo.

Bueno, era fácil de entender que Luke no era un Santo.

El pelirrojo se estiró alzando sus brazos, soltando un suspiro.

—Bueno, bueno, ya me voy, tengo hora con un cliente.

—Déjame adivinar, hmmm... ¿Ese tal Enzel? Ese Beta con fetiches con tus piercings—dije sin evitar sonreírle con malicia, Luke frunció sus labios.

—Es un hijo de puta—soltó para luego girarse con energía—¡Es la cuarta vez en dos semanas! Quién diría que unos piercings en los pezones y en la lengua lo hicieran prenderse como estúpido.

Lo empujé levemente.

—Ya no te quejes, el dinero es lo importante.

—¡Eso deberías decirlo cuando se trata de los Dorrance! —comenzó a alzar la voz mientras se dirigía a su cuarto—. Ya me vendrás a llorar de alegría cuando estés forrándote entre billetes y ese cuerpo, ¡Después me dices el tamaño de esa tercera pierna que se carga!

No pude evitar reírme por las sutiles palabras de Luke y más cuando la gente a nuestro alrededor se giró con la atención pegada al pelirrojo hasta que se perdió entre los pasillos.

Este idiota.

Observé mi celular revisando los recientes mensajes que me habían llegado cuando unos enormes pechos llamaron mi atención. Verónica me estaba observando con una enorme sonrisa.

—¿Qué? —pregunté con sequedad.

—Hm, como decirlo... Ahora mismo debería estar en mi oficina llamando de a poco a los seleccionados—decía aun manteniendo su sonrisa mientras me mostraba la pantalla de su celular: —Pero adivina qué nombre está entre los seleccionados.

Era como si ese Claude estuviese destacado entre mil colores. No me la creí, por lo que tomé su teléfono móvil entre mis manos y comprobé que no fuera una especie de broma entre la tetona y la antorcha andante.

Pero era completamente real.

—¿Qué es esto? —solté aún sin creerlo—pero ¿cómo?

—No tengo ni idea, a lo mejor caes más en los gustos de un Dorrance de lo que creías. Te quieren en el salón de la reunión pasada en treinta minutos.

RiotWhere stories live. Discover now