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Narra Emma:

Esa noche no lograba conseguir el sueño, ya había pasado unas semanas desde que me enteré de toda la verdad y, aún tenía esa extraña sensación dentro de mí que recorría mis venas, era una mezcla de intriga y odio a la vez mezclado con desesperación. Hace unos días había peleado con Bill, pues, recuerdo exactamente la forma en la que dijo que no podría soportar todos mis problemas, menos, los de mi padre.
Todo aún sigue siendo demasiado confuso, la forma en la que, papá dijo la verdad, y me doy cuenta de que, mamá era una completa idiota ¿Por qué lo hizo sufrir tanto? Me hubiera gustado conocerla para escuchar su voz, para saber cuál era su propia opinión acerca de todo.

-¿Emma?- se escuchó la voz de papá del otro lado de la puerta.

-Adelante- dije sentándome en mi cama. Eran las 06.00 AM, una hora normal en la que papá está despierto ya que no duerme mucho, no es que no quiera, simplemente no puede...

-Buenos días- dijo entrando con esa sonrisa que iluminaba sus claros ojos. Afuera nevaba y era una época dura para papá, se acercaba navidad, momento de familia y sé que es duro para él.

-Hola- dije recibiendo la sonrisa. Llevaba en sus manos una bandeja y se veía bastante adorable con ese buzo navideño de lana marrón y sus pantalones pijama gris, pues, se vestía como si fuese un adolescente, porque a decir verdad, es joven para ser padre, sobre todo de una chica de 16 años.

-Te preparé tu desayuno favorito- dijo tendiéndome una bandeja en mis piernas y observé la comida. Había una taza con café con leche, un vaso de jugo y unas galletitas que estaban deformadas, pero no era la primera vez que las hacía.

-No eres bueno en la cocina- dije tomando una galleta que ni siquiera tenía forma redonda.

-Okay, la próxima cocinas tu- dijo con sorna en broma y se sentó en mis pies mientras yo miraba la taza de café- Le puse más leche que café como te gusta, con tres cucharaditas de tu cuchara roja- dijo rodando sus ojos.

-Gracias- dije sonriéndole; si, soy un poco malcriada.

-Escuché que Bill te dejó- dijo apenado mientras yo masticaba.

-Es un idiota- dije con comida en la boca y él rió. Papá es mi mejor amigo, es quien me escucha aunque a veces es un poco terco, es como, mi psicólogo personal- Escucha... Emma- dijo frotando sus manos... - Hay algo de lo que tal vez... Debas saber...- dijo nervioso y lo miré, atentamente.

Narra Niall:

Emma me miraba con esos ojos de _____, masticando y amenazándome con la mirada, diciendo "dime o te lo saco de la lengua" ¿Cómo decirle que estoy saliendo con una mujer?

-Sabes que somos un equipo ¿Verdad?- dije jugando con mis dedos y asintió, tomando de su café con leche, que, cuando dejo de tomarlo, le dejo un bigote que me hizo reír.

-Ve al grano- dijo y suspiré.

-¿Cocinarás conmigo para navidad?- pregunté y asintió.

-Por supuesto que si- dijo- No dejaré que quemes la comida otra vez- dijo y reí mirándola.
Simplemente, me levanté para ir a vestirme y así comenzar mi día.
Llevé a Emma al instituto y luego, tomé el camino a mi oficina, donde, me esperaba una nueva chica, una niña de 5 años que estaba sufriendo el divorcio de sus padres, así que, mientras estaba con ella, jugaba con los ladrillo lego que había en mi oficina. Ella no hablaba mucho, pero, era una tierna niña igual, me recordaba a Emma de pequeña, solo que, Emma no dejaba de hablar, decía cualquier cosa mientras jugaba con sus muñecos.
Una vez que Fátima se fue, me senté en mi oficina a aclarar mis ideas, necesitaba estar un minuto solo, pero en ese lugar era imposible, era como si, _____ estuviese a mi lado a cada lado; debo de dejar de pensar que luego de un largo día, ella estará esperándome en casa. Así que tomé mi teléfono y llamé.

-¿Hola?- dije a mi teléfono que contestó.

-Niall...- sonó la voz de Avril desde el otro lado mientras yo apoyaba mi frente en la mesa. Avril es una enfermera que me atendió mientras estuve en el hospital, era una de las chicas que deseaba y rezaba porque ______ resista, y, a decir verdad, ella siempre estuvo al tanto de Emma y hace años no hablaba con ella. Era una chica normal, solo tenía un par de años menos, bueno, bastantes pero nada muy extraño- ¿Saldremos esta noche?- preguntó.

-Aún no le dije a Emma- dije suspirando cansado.

-Niall...- dijo suspirando ella- Sé lo difícil que es, pero... De verdad quiero seguir con esto- dijo firme- Sé que eres un gran hombre, solo que vives atascado...- dijo rápidamente.

-Avril...- dije y luego de unos segundos contestó.

-¿Si?- preguntó y hablé:

-No es fácil para Emma ni para mi... Solo... Dame tiempo...- pedí.

-¿Cuánto?- preguntó y bufé molesto.

-No lo sé- mascullé entre dientes y comencé a llorar colgando el teléfono. Todo es demasiado confuso, demasiado doloroso ¿Qué el tiempo cura las heridas? Puras mentiras, nada de eso es verdad, el tiempo no cura las heridas, solo, nos deja pretender que podemos poner un parche.
¿Qué hago ahora?

Narra Emma:

En el instituto, esa mañana no quería hablar con nadie, aún seguía lastimaba por Bill quien pasó a mi lado por el pasillo abrazando a otra chica, lo que me lastimó por completo. Odio este lugar, nadie puede entender nada de esto.
Estaba sentada en mi banca, cuando en eso, escucho las conversaciones de unas chicas.

-Y bueno, mamá ayer me dijo que no puedo ir a esa fiesta, dice que no le agrada la gente-dijo una chica y yo miré a un punto fijo- Pero, ella no entiende, ella nació en otra generación, o sea, nunca entenderá nada de lo que le digo, nunca... Siempre está meta criticar- dijo y suspiré.

-Si, o... Dice que estoy gorda, no me deja usar la ropa que quiero...- dijo la otra- No lo sé, a veces la odio tanto...- dijo estresada y suspiré cansada.

¿Qué no pueden valorar que al menos tienen una? Intenté ignorarlas, pero, esas chicas, me estresaban. Otra cosa molesta, era cuando yo estaba en una conversación y alguien decía la palabra mamá, siempre se producía ese silencio incómodo ¿¡Qué no entienden que me alegro que ellos tengan a su familia unida!?
Estresada, luego de ese día, volví a casa, donde, me duché, almorcé y estudié la gran parte de la tarde, hasta que a eso de las 06.00PM apareció papá en casa mientras yo estaba en la sala.

-Hola- dije mientras quitaba su abrigo.

-Linda- dijo con una sonrisa y lo miré sorprendida- ¿Por qué me miras así?- preguntó.

-¿No irás al muelle?- pregunté y miró el reloj, tragando algo nervioso.

-Hace mucho frío- dijo y se fue a su habitación.
¿Ahora qué mierda trama este idiota? Sin dudarlo, tomé el abrigo que acababa de usar, y salí por la puerta principal, para ir yo al muelle, donde al llegar, me senté en el borde y sentí la calma de ese lugar. Intenté imaginarme a mamá y a papá y esa imagen se venía rápidamente a mi mente, si cerraba mis ojos, podía sentirlos a mi lado, pero luego, me daba cuenta de que en realidad estoy sola.

A veces, cuando vengo a este lugar, me gustaría saber lo que es escuchar un regaño de mamá, verla furiosa con papá, reírse, me gustaría escuchar sus anécdotas o sus consejos, a veces me gustaría tenerla a mi lado para pelearme con ella, para preguntarle que ponerme o simplemente para que llore conmigo. Pero tampoco puedo disponer que soy la única persona que vive esto, así que, no seré una víctima frente a los demás, solamente guardaré esas ideas y deseos para mi. No todos los sueños se vuelven realidad.

Help n.h(editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora