Help n.h(editando)

Capitulo 4

Narra Drake:

Esa chica no sabe nada, es un hecho, ella cree que estar así está bien, solo mira el tiempo pasar sin disfrutarlo, necesito que vea que la vida es una sola para andar por ahí mirándola sin vivirla. Es verdad, es complicado, pero no imposible.
Esa noche dormí muy incomodo pues, el sillón a la hora de dormir no es mi mejor amigo, pero no quedaba otra. Ya estaba en la cocina preparando algo de desayuno y Lisa aún duerme pero me tomaré este tiempo para despertarme y estar de buen humor para ella lo cual será dificl ya que me duele toda la espalda y encima tendré que soportar un dolor de cabeza así que, la dejaré dormir lo que necesite, este día no tendrá que verme mucho ya que tengo mucho trabajo. Por una parte odio ese trabajo, no tengo tiempo de pensar en mi, pero me encanta ayudar a las personas, aunque la mayoría de ellas, que están en la situación de Lisa terminan suicidándose o algo parecido. No me gustaría perder un caso mas...

-Hola- dije sorprendido al ver a Lisa entrar a la cocina, ella no me contestó- Un gusto hablar contigo- dije sarcástico guardando la jarra de leche en la heladera. Cuando me di la vuelta la vi, ya llevaba su ropa, estaba con una postura de cansancio y sus ojos se le cerraban, sonreí al verla toda despeinada, apenas pudiendo consigo misma. Se paró allí y solo dijo:

-¿Ya puedes llevarme a mi casa?

-¿tanto apuro tienes? espera chica, déjame comer algo, mi día apenas comienza y ya me duele la cabeza.

-no te pregunté- dijo y me quedé parado con mi pedazo de pan dentro de la boca, mirándola sorprendido; wow, esta chica si es odiosa, pero no para mi.

-Ya cálmate...- dije y metí todo lo que me quedaba de pan en la boca, sin tragarlo. - ¿Vamos?- pregunté escupiendo migas de pan y Lisa se tragó una risa pero luego solo asintió nada mas. El camino a su casa fue muy tranquilo, ella no dijo nada, solo escuchó la canción que había puesto yo en el radio, pues se ve que la música era a la única que escuchaba aunque me tomé la molestia de cantar sobre el radio para fastidiarla, intenté hacerla reír exagerando los agudos o cantando como mujer pero ella solo se limitaba a mirar la ventana, como si nadie estuviese diciendo nada y debo admitirlo que me encanta eso de ella.
Al aparcar en su edificio, no se molesto en hacer nada más que tomar la mochila y bajarse del auto.

-adiós...- dije antes de que cerrara la puerta de mi auto detrás de sí. Seguía enojada conmigo por lo que le dije. Esa chica es muy difícil. Suspire, esperando a que entre al edificio y una vez que lo hizo, solo tomé el camino a mi consultorio donde allí me estará esperando Zila. Adoro las sesiones con ella, ya que Zila es de esas personas que cuenta los segundos para que llegue la hora de nuestra sesión, es el único minuto de su vida en el que sonríe y esta verdaderamente a salbo. Me gusta esa clase de cosas, hacerla feliz.

Entrando a la oficina, la vi. allí sentada.

-Zila- dije muy contento y ella allí estaba, sentada en la sala de espera con sus jeans oscuros llenos de agujeros y su campera de algodón que le queda dos veces más grande, con su tierno cabello corto y su amplia sonrisa cansada.

-¡Drake!- dijo muy feliz saltando del asiento en el que estaba, abrazándome y muy feliz recibí ese cálido abrazo.

-ven pasa- dije soltándola para guiarla a mi consultorio. Allí ella se sentó en uno de mis sillones frente a mi- ahora cuéntame Zila ¿como te trajo esta semana?- pues no muy bien al parecer, tenía unos golpes nada bonitos debajo de su ojo izquierdo con unos pequeños rasguños pero ella solo se limitó a sonreír.

-que te digo...- suspiró mirando a un costado- Lo mismo de siempre, él me golpea hasta que llore pero luego continua golpeándome para que pare de hacerlo.....- eso era cruel y tue que quedarme serio para demostrarle que todo estará bien por más mentira que sea-...también intente hacerlo otra vez, pero me asuste, eso demostraría que me rendí, pero no me rendiré- y lo vi en sus ojos, el valor, la fuerza y las simples ganas de vivir. Sonreí orgulloso de ella, pensando en Lisa.