#Ganadora: -Jaithiale

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Ya no sé qué hacer

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Ya no sé qué hacer. Todos mis esfuerzos han sido en vano, para que no me quitaran el piso. No me hablo con mi familia y después de romper con mi último novio, no me queda nada, ni nadie. Para colmo me he quedado sin trabajo en la revista, donde tenía una pequeña columna para desarrollar mis pensamientos. Me echaron después de ver que alguien lo hacía mejor que yo.

Aquí me encuentro ahora, comiendo en un albergue, dónde he conocido a gente sin techo que resultó ser estupenda. Toda mi vida ha sido un desastre. Me han perdido las compras y me he gastado todos mis ahorros. Ahora no tengo dónde caerme muerta y hoy es el día de Nochebuena. Mañana recogeré todas mis cosas, ya que me desalojarán de la que ha sido mi casa durante diez años.

Toda la calle está adornada y la gente se ve que tiene espíritu navideño y están haciendo sus últimas compras. Yo también lo tenía, hasta que mis padres se separaron, cuando yo era pequeña. Cada uno se fue por su lado, dejándome en plenas fiestas con mis abuelos y tampoco me ayudó, que descubriera a mi último novio, engañándome con mi mejor amiga el día de Navidad.

Todo esto me quedó muy marcado, ya que yo, solo quería que alguien me quisiera y poder ser feliz, después de la carencia de cariño que tengo. Ni psicólogos, ni múltiples tratamientos me han ayudado a olvidarlo del todo.

Siempre tendré está espinita clavada en el corazón, por eso para mí las navidades no significan nada, ya que no tengo ningún ser querido con el que pasarlas.

Después de cenar en el albergue para los sin techo, decido ir a dar una vuelta, para echar un último vistazo a la que ya va ser mi antigua casa. No era gran cosa tenía setenta metros cuadrados, pero para mí ya era suficiente. Para mí era un hogar en donde refugiarme después de un mal día. Ahora hasta me han quitado todo eso. Me acerco a la puerta de entrada y veo que hay una pequeña caja envuelta en el suelo, con papel rojo que pone mi nombre. La abro impaciente, por saber quién ha sido y cuál es su contenido. Cuando quito el envoltorio veo que hay una carta y al abrir la caja veo que hay una llave. Intrigada me dispongo a leer la carta, ya que la curiosidad me puede.

Querida Johana:

Sé que no he sido una buena madre para ti y que te abandoné en unas fechas muy importantes. Por eso quiero compensarte después de saber que te han desahuciado la casa. Aquí tienes las llaves de una pequeña cabaña, que me gané un día en una apuesta. Tendrás que arreglarla un poco, pero estoy segura que podrás hacer de ella un bonito hogar. Perdóname por no haberte dado el cariño que mereces. Si decides perdonarme y aceptar la cabaña, pasaremos juntas estas fiestas y así haremos cada año, para recuperar el tiempo perdido. Más abajo te dejo la dirección. Yo te estaré esperando allí.

Te quiere mamá.

Miles de lágrimas surcan mi rostro. No entiendo cómo se ha enterado de mi situación. Aunque aún esté molesta con ella, no puedo obviar que me ha salvado de mi situación, ya que aquí en este pequeño pueblo, no me queda nada. Así que decido darle otra oportunidad y así cambiar de aires. Recojo las pocas cosas que ya me quedan y cojo un taxi. Espero que el viaje me dé con el dinero que me queda en la cartera, sino le tendré que pedir algo a mi madre al llegar.

Llego a la cabaña, menos mal que el dinero que tenía me ha llegado. La cabaña vista desde fuera está preciosa. Ha nevado debido al frío que hay fuera y parece una postal navideña. Cuando introduzco la llave y giro el picaporte, veo a mi madre sentada en un viejo sofá, que viene corriendo a recibirme.

—Gracias hija mía, por venir y darme una oportunidad. Espero que te guste tu nueva casa—dice mi madre.

—Es acogedora y estoy segura de hacer de ella mi nuevo hogar. Gracias por haberme salvado de quedar en la calle. Sobre todo por haberme hecho un bonito regalo en estas fechas, ya que yo no creía en la navidad—digo, mirando hacia un chico que está montado en una escalera.

Ella ve, hacia donde estoy mirando y decide aclarármelo.

—Espero que no te importe. He pedido ayuda en el pueblo, que resulta que son todos encantadores. Este hombre que entiende de electricidad, se ha ofrecido a arreglarnos la instalación eléctrica para poder montar un hermoso árbol—dice mirando hacia el rincón.

Yo me quedo mirando hacia el árbol y veo como el hombre baja de la escalera para presentarse.

—Hola me llamo Brian. He escuchado hablar muy bien de ti. Un gusto poder ayudaros a tu madre y a ti, en estas fechas tan señaladas—dice el chico brindándome su mano, mientras muestra una sonrisa perfecta y me observa de arriba abajo.

Me quedo impresionada con el color de sus ojos. Son de un intenso azul. Su cuerpo está bastante fornido y me siento atraída por él al momento. Creo que él ha sentido lo mismo, porque no para de observarme mientras sigue con su trabajo. Estas navidades serán muy interesantes. Espero que cambie mi suerte. A partir de ahora, volveré a creer en la magia y estas fechas serán mis favoritas.

 A partir de ahora, volveré a creer en la magia y estas fechas serán mis favoritas

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Desafíos de Chick LitWhere stories live. Discover now