#Ganadora: Veronica_Stail

108 15 6
                                    

Me subo al tren de última hora que me lleva a mi casa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Me subo al tren de última hora que me lleva a mi casa.

Hoy ha sido un día intenso en la oficina. Mi jefe se ha enfadado por unos errores que sin querer había cometido en los papeles que necesitaba.

Ahora lo único que me apetece es volver a mi casa, ponerme el pijama, cenar cualquier cosa y poner de fondo una película que seguramente me acabaré durmiendo en el sofá. Y a la mañana siguiente despertaré con un dolor de cuello impresionante.

Me cojo a las barras, ya que no hay asientos libres. El tren va más lleno de lo normal. A estas horas siempre está casi prácticamente vacío. Hoy no ha sido mi día de suerte.

Sin darme cuenta una pareja llama mi atención. Chico la mantiene abrazada por la cintura, pegada a su costado. Murmuran cosas cerca, rozando casi sus bocas sin llegar a hacerlo.

Mi cabeza se llena sin que yo lo pueda evitar, de los recuerdos de hace unos años, con aquel chico que casi me hizo perder la cabeza.

Nos conocimos en este tren. Hablamos, y conectamos enseguida. Le pedí salir y aceptó.

Después de ahí, fueron una sucesión de encuentros casi de cuento de hadas. Al poco tiempo se mudó incluso conmigo a vivir.

Pasamos los mejores 2 años de nuestras vidas... Al menos, por mí sí, ya que un tiempo después, se fue sin decirme nada.

De eso ya hace un año y medio. No tengo esperanzas de volver a verlo.

El tren se detiene. Bajan pasajeros. Unos cuántos asientos se quedan libres. Aprovecho para sentarme.

La silla es dura, y todavía conserva el calor corporal de la última persona que había estado sentada en ella. Un ligero repelús me subió por el cuerpo. Me recordó a cuando una persona muere y poco a poco va perdiendo el calor.

Sentía mi móvil vibrar, pero como traía puestos unos guantes, no me apetecía quitármelos.

Al final se cansó de sonar, y yo volví a los recuerdos compartidos de hace ya mucho tiempo.

Le gustaba hacerme los cafés que siempre tomaba por las mañanas. Se aseguraba que comiera, ya que era tan despistada que a veces lo olvidaba.

Siempre había estado ahí para mí, al igual que yo para él. Hubo ocasiones en las que incluso pensamos en el matrimonio. ¿Qué pasó para que de un día para otro todo se rompiera? ¿Para que todo desapareciera?

El tren se vuelve a detener. Esta vez, suben pasajeros más de los que bajan.

Hay una madre con un niño de 7 años.

Una anciana que lleva bastón, con un joven chico que parece el nieto de ella.

Un hombre con chaqueta gri...

Mi corazón se acelera al reconocer ese abrigo. Puede que mi mente me está jugando una mala pasada, pero es imposible que me esté equivocando, yo misma le regalé ese abrigo.

Observo más detenidamente al hombre.

Lleva el pelo casi rapado. Unas botas cubren sus pies. Sus manos están al descubierto, y una gruesa bufanda negra, rodea su cuello.

Si fuera él, ¿qué haría al verme? ¿Debería acercarme a hablarle?

Mis pensamientos se interrumpen, cuando él se voltea. Son los mismos ojos de hace un año y medio.

Parece que me reconoce, porque leo de sus labios mi nombre.

No lo pienso más y me levanto. Lo cojo de las solapas de la chaqueta, atrayéndolo hacia mí.

Junto su boca con la mía. Es el mismo sabor que recordaba, y en sueños me perseguía.

Me sigue el ritmo qué marco. Debemos estar armando un escándalo, pero ahora mismo solo quiero disfrutar de esta pequeña jugarreta del destino.

Al separarme miro sus ojos. Están oscuros de tormentas pasadas y dolor.

—Te he echado de menos.

Y solo con eso, parece que el año y medio que hemos estado separados, no ha existido.

Y solo con eso, parece que el año y medio que hemos estado separados, no ha existido

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Desafíos de Chick LitWhere stories live. Discover now