18. Un Paso Adelante, Dos Atrás.

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-Bien muchachos, los veo esta noche, no lleguen tarde, les recuerdo que la persona con la que se sentaran en el autobús es su mismo compañero de asiento. – dijo el profesor de biología antes de que se acabara la clase.

Dylan estaba a mi lado escuchando al profesor con flojera. Cuando la clase termino tome mis cosas y salí del aula, estaba caminando por el pasillo cuando alguien golpeo mi hombro, me gire para ver quién era y mi mirada fue a dar al suelo, donde un chico se encontraba recogiendo sus libros de manera nerviosa, me agache, igual y no me había empujado a propósito, comencé a ayudarle a recoger sus libros y cuando se los tendí el me miro de manera nerviosa, juro que casi estaba temblando, tenía el cabello corto y de color caramelo, delgado y ojos azules que estaban escondidos detrás de unos lentes. Tomo los libros que le ofrecí de manera nerviosa.

-¿Estás bien? – le pregunte, parecía que se desmayaría o algo así.

-Ssi… si – contesto tartamudeando, miro por su espalda y luego abrió los ojos como platos. Mire en su dirección y vi a los chicos del equipo de futbol doblar la esquina en dirección a donde estábamos nosotros, cuando vieron al chico empezaron a reír y murmurar entre ellos, entonces entendí todo.

-Te están molestando ¿verdad? – le dije, el me miro de manera nerviosa, nos pusimos de pie, los chicos del equipo de futbol llegaron a nosotros, eran seis y todos se reían del pobre chico que estaba a mi lado.

-Aquí estas Thompson, ¿seguirás negándote a hacer mi tarea? – dijo uno de los chicos.

-Míralo, esta tan asustado que se va a orinar en sus pantalones. – dijo otro.

-Déjenlo en paz. – dije con voz severa metiéndome en el asunto.

Las miradas de los chicos fueron a parar en mí.

-Eres Taylor Jenner ¿cierto? – pregunto uno mirándome con una sonrisita arrogante.

-Si ¿algún problema? – conteste.

Uno de los chicos silbo, tenía el cabello rubio. – Tranquila muñeca, no queremos problemas contigo, al contrario, es tu día de suerte.

-¿Ah si? – pregunte sarcástica mientras me cruzaba de brazos.

La sonrisa del tipo se ensancho – Claro muñeca, ¿Qué dices si después de la escuela salimos tu y yo?

-Disculpa, pero no salgo con idiotas que molestan a otros chicos. – conteste a su estúpida propuesta.

Los chicos se empezaron a reír y burlar de su amigo por mi respuesta y el frunció el ceño haciendo que todos se callaran. Tome al pobre chico que estaba a mi lado y lo arrastre lejos del grupo de idiotas, lo lleve hasta los jardines y me detuve cuando llegamos al árbol donde descansaba siempre.

-¿Estás bien? – le pregunte de nuevo.

-Sí. – dijo apretando los libros contra su pecho con fuerza.

-Tranquilo amigo, no muerdo… ¿por qué dejas que esos idiotas te molesten?

-No tengo opción, así es la vida para algunos, haces lo que ellos piden y no terminas golpeado o con la cara en el retrete. – dijo encogiéndose de hombros como si lo que dijera fuera la cosa más normal del mundo.

-Escucha, estoy segura que eres más inteligente que ellos, pero esa forma de pensar tuya me hace dudar… no es la única opción, no permitas que te traten como mierda. – le dije, no sé porque quería ayudar a este chico, se veía realmente perdido. - ¿Cómo te llamas?

-James.

-Bueno James, yo soy…

-Sé quién eres.

Tentación - En proceso de correcciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora