Epílogo.

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Muchas, muchas gracias por leer mi novela... Estoy infinitamente feliz. Sin más que decir, espero que les guste el epílogo.

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Levante la caja del suelo y entre al edificio, subí al segundo piso y me detuve en la por primera puerta a mi izquierda, mis manos estaban ocupadas por lo que abrí la puerta dándole un pequeño empujón con la cadera.

-Esta es la última. - Avise poniendo la caja en la mesa del comedor.

-Ya era hora. - dijo Dylan asomando la cabeza por la puerta de la cocina.

-Knok knok - Murmuró alguien en la entrada.

Dylan y yo miramos al extraño parado en la puerta, sostenía una caja que de inmediato reconocí como nuestra.

-Esto estaba en el pasillo y supuse que era suya. - Dijo el chico. Era guapo, había que admitirlo.

Dylan se me adelanto y tomó la caja de las manos del chico.

-Gracias. - Le dijo Dylan.

-Por nada... Por cierto, son Liam, vivo enfrente.

-Soy Taylor y él es mi novio Dylan.

-Empiezo la universidad la próxima semana ¿ustedes igual? - Preguntó Liam, se veía agradable y Dylan se relajo en cuanto se dio cuenta que no me miraban de manera pervertida o algo así.

Bestia celosa la que tengo.

-Si, iniciamos la próxima semana también. -Contesto Dylan.

Platicamos con Liam un rato y luego él se fue a su apartamento.

Dylan y yo terminamos de desempacar lo que faltaba y una vez que terminamos nos dejamos caer en el sofá cansados.

Mire alrededor y sonreí, nuestro propio apartamento, vivir con Dylan era un paso grande, pero me sentía segura con mi decisión y no me arrepentía.

Había costado horrores convencer a mi padre de aceptar a Dylan, y había costado mucho más que nos dejara vivir juntos. Después de que Dylan y mi padre platicaron, él cedió y me dejó estar con él. No se de que hablaron y dudó que algunas vez lo sepa, Dylan no quiso hablar al respecto.

-¿Estas cansado?- Le pregunte a Dylan.

-Lo estoy ¿porque? - Contestó a mi lado sin abrir los ojos.

-Pensé que podríamos estrenar el apartamento. - Comente.

Sus ojos verdes me miraron fijamente. Ahora tenia toda su atención.

-Eso suena interesante. - Murmuró.

-Creí que estabas cansado. - Dije en cuanto comenzó a besar mi cuello.

Él me miro y se puso de pie conmigo en brazos. Negó con la cabeza mientras caminaba a nuestra habitación.

-Nunca estoy cansado para ti. - Dijo besando levemente mis labios y cerrando la puerta de nuestra habitación tras él. Me dejo caer en la cama y se quito su camiseta, dejando a la vista sus increíbles músculos.

-Nunca estoy cansado para mi chica. - Repitió y en pocos segundos estábamos perdidos en el otro.

Había algo demasiado peculiar y cómodo con el hecho de despertar desnuda con alguien. Cuando desperté tenia la cabeza apoyada en el hombro de Dylan y una pierna sobre su cadera. Piel contra piel. Estaba tan cómoda que no tarde en volver a quedarme dormida.

Desperté unas horas más tarde, esta vez Dylan no estaba y yo me encontraba enredada en las sabanas, me levante, me puse una de las camisetas de Dylan y salí en su búsqueda. Lo encontré en la cocina, estaba preparando algo, me acerque de manera sigilosa y me abrace a su espalda.

-Dormiste bastante. - Comento

-Me dejaste agotada ¿que esperabas? - Dije haciéndolo reir.

Amaba escucharlo reír.

Nos preparamos algo de comer y nos sentamos en la mesa, comenzamos a revisar nuestros horarios de clase.

-Realmente voy a aprovechar esta ultima semana de vacaciones, no conozco como es ir a la universidad, pero definitivamente sera una locura. - Comente bebiendo lo que me quedaba de mi té.

Dylan asintió de acuerdo con mis palabras.

-¿Sabias que Emily esta saliendo con Demian? - Preguntó Dylan.

Negué con la cabeza

-No sabia, vaya suegra la que le tocó entonces. - Dije riendo entre dientes.

Sonrió y luego fruncio el ceño mirando algo debajo de la mesa, se agachó y levantó una caja.

-Nos falto una. - Dijo.

-¿Que tiene adentro? - pregunte.

La abrió y saco el enorme oso de peluche que ganó para mi el mes pasado en la feria. Lo tome de inmediato y lo abrace, él sonrió y luego saco mi cuaderno de dibujo y mas cosas mías.

-Creo que todo es tuyo. -Murmuró.

-Lo acomodare más tarde.

-Estonces los cajones de la izquierda son tuyos y los de la derecha son mios.

-Si, la misma idea en el closet, mi lado es el izquierdo y el tuyo el derecho. - Le dije y él se empezó a reír mientras negaba con la cabeza. - ¿De que te ríes? - Pregunte con el ceño fruncido.

-Mi amor, tienes tanta ropa que ni el closet entero es suficiente, así que no esperes que algo mío quepa ahí.

-Claro que no. - Contesté a la defensiva.

-Claro que si.

Hice una mueca mientras pensaba en que hacer con mi ropa. Dylan tomo mi mentón y me dio un suave beso.

-Hey, sin pucheros, ya veremos que hacer con eso luego.

Sonreí y continuamos comiendo.

Hace un año no me imagine que estaríamos haciendo algo tan cotidiano como comer. Aquella vez que entre al gimnasio por primera vez y me tope con Dylan, ni en mis sueños mas locos pensé que terminaríamos de esta forma. Si alguien me hubiera dicho "Hey, hola ¿vez al chico golpeando ese saco como si su vida se fuera en ello? Bueno, él va a convertirse en el amor de tu vida y no habrá nada que pueda evitarlo, en cuanto te mire sabrás que él es diferente y descubrirás que no es lo que todos dicen que es. Solo acercarte y veras quien es realmente Dylan Collins"

Definitivamente nunca me lo hubiera imaginado, pero la vida siempre te sorprende.

Solo hay que atreverse a disfrutar de lo que te rodea.

Tentación - En proceso de correcciónWhere stories live. Discover now