Sola en la calle.

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Debí haber pasado por el mismo lugar unas diez veces, pero no había rastro de Adam. Venir a la fiesta no había sido una buena idea, no sé por dónde partir, si por ver a Justin con una puta y lo mucho que me ponía furiosa o el hecho que Adam este desaparecido.

Rogaba en mi mente que Justin no estuviera buscándome, ni quiera sabría cómo lo miraría a la cara el lunes, cuando tengamos que hacer el trabajo para biología. Le diría algo como así "Hey Justin te acuerdas de mí? Si Emma la que pensaste que habías dejado embarazada, la que te golpeo con contra la puerta de vidrio y oh si espera, la que te jodio la onda con esa chica"

Si eso, no funcionaria.

Debí haber estado perdida en mis pensamientos por mucho tiempo porque no sentí la voz de alguien atrás mío.

Adam.

Nunca me había sentido tan feliz de verlo.

Le pregunte donde se había metido, pero solo me sonrio mientras se reia. Estaba jodidamente ebrio. Quería patearle el trasero y de paso el mío por ser tan estúpida y salir con él.

Lo arrastre hacia afuera, para ver si el aire le quitaba un poco el alcohol pero nada.

Quería ir me a casa y con Adam así dudo que pudiera llegar.

Mientras trataba de idear un plan para llegar a casa sentí como Adam se acercaba hacia mi y me abrazaba. Genial, lo que faltaba.

Odiaba a la gente ebria.

Sentí como metía su nariz en mi cuello lo que hizo que me dieran escalofríos.

Para Adam - le dije mientras trataba de sacarlo de encima de mí.

Pero el me sujeto las manos y acerco su boca a la mía. Ew.

Iba a vomitar en su boca si seguía así.

Para mi mala suerte lo hizo y fue el peor beso de mi vida. Y eh tenido malos besos.

Lo empuje hacia un lado y trate de mirar hacia mis alrededores pero no había nadie, estaban todos en la fiesta.

Él se acercó nuevamente y dijo;

"Sé que te gusto"

Mis ganas de irme a casa habían sido reemplazadas por horror.

Estaba sola en la calle.

La música estaba hasta arriba de volumen.

Mis gritos solo serían un suave murmullo, llevados por el frio aire de invierno.

Él podría hacer lo que quisiera conmigo y nadie lo sabría.

Él se acercó y me acorrale contra una pared que había y me intento besar por segunda vez después todo se volvió negro.

Paso tan rápido que ni yo podría describir.

Solo sé que vi a Justin arriba de Adam golpeando su rostro tan fuerte contra la acera que lo terminaría matando.

Lo tome del brazo y le dije que parara pero no me escuchaba, esta sucumbido por la ira.

Lo logre sacar de encima de Adam y le dije que parara, porque lo iba a matar.

Al instante que se paro, tomo mi rostro entre sus dos manos y me pregunto si estaba bien.

No estaba bien, pero no le diría eso, el solo se tiraría nuevamente sobre Adam y terminaría en prisión.

Logre asentir con la cabeza y el me abrazo, era un abrazo lleno de preocupación, lo que me hizo sentir cálida.

Sus brazos eran fuertes y estaban alrededor de mi cintura. Podía sentir su agitado aliento contra mi odio.

Mientras murmuraba palabras incomprensibles y con un tono molesto.

Vi como Ryan y otros dos chicos venían hacia nosotros y le preguntaban a Justin que había pasado.

Me llevo adentro de la casa y me dio un vaso de agua mientras me miraba con el ceño fruncido.

¿Tus padres no te enseñaron a nunca tratar con idiotas? - dijo rompiendo el silencio.

Estoy acá contigo - le respondí desafiante.

El tenso su mandíbula, lo que lo hacía verse más sexy aun.

Deberías estar en casa - dijo finalmente.

Tú también - él se acercó me quito el vaso y me dio una sonrisa arrogante.

Las chicas buenas no salen a fiestas como estas - dijo todavía sonriendo.

¿Quién dijo que soy una chica buena? - pregunte indignada. Lo era, pero el no necesitaba saber eso.

Lo que tú digas - dijo canturreando.

Tu deberías estar con la chica - le dije mientras miraba miraba mis uñas como si no me importara.

¿Cuál chica? - pregunto confuso.

La rubia, la que... tu sabes... los vi arriba - parece que eso le aclaro lamente porque elevo una ceja.

¿Celosa? - hablo finalmente.

¿Qué? ¿Yo? No. No me hagas reír - dije mientras seguía mirando mis uñas.

El tomo mis manos, lo que me hizo mirarlo a los ojos entonces dijo apenas susurrando;

"Tus ojos te delatan"

Dulce Oscuridad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora