Capítulo 12

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Sin darme cuenta otoño llegó y todo lo que venía consigo; estrés, a montones

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Sin darme cuenta otoño llegó y todo lo que venía consigo; estrés, a montones.

Los exámenes, trabajos y exposiciones se habían multiplicado y se podía ver claramente cuan afectados estaban los demás.

Y cuan colapsada estaba yo.

Si es que no me había percatado cuan diferente era esta vida a la que solía tener, ahora lo veía.

Nunca me había tocado tener tantas evaluaciones en un corto periodo de tiempo.

No estaba acostumbrada a esto e intentaba adaptarme, sin derrumbarme en el camino.

Como lo hacía con lo restante en mi vida, porque ningún otro periodo en mi vida se había comparado a este.

Luego de aquella madrugada, viendo el cometa surcar el cielo, todo se había vuelto mucho más fácil entre Esteban y yo.

Las conversaciones fluían, tanto en persona como por mensajes, y cada vez me sentía más a gusto a su lado. Hablaba de su familia conmigo. De la empresa de su padre. De los sueños de Mia.

De lo que quería hacer por el resto de su vida y pequeñas anécdotas infantiles. Pero cada vez que sentía que se acercaba mucho a sus temas más complejos, cambiaba de tema.

Siempre.

Y eso solo provocaba unas irremediables ganas de que se pudiese apoyar en mí cuando lo necesitase. Que me contara las cosas que claramente siempre se guardaba.

Que no era nadie para criticarlo.

Pero no lo forzaba.

Sabía que tenía que darle su espacio y tiempo con respecto a su pasado, ya que sabía muy bien que yo también le escondía la verdadera razón por la cual me había mudado.

No había tenido el valor de decírselo en todos estos días y aún no me sentía preparada. Sentía que me miraría diferente en cuanto supiera todo y yo no quería eso.

No era una estupidez o paranoia de mi parte. Lo había presenciado anteriormente.

Como la gente me miraba luego de saber en las cosas que me introduje.

Me miraban con lastima, con pena, como si fuese un caso perdido, una chica que tiró su vida por la borda porque no podía luchar contra ello.

Los fantasmas.

Y lo odiaba.

No quería que me mirara de esa forma.

Quería que me mirara por quien verdaderamente era.

Quería que viera a mi verdadera Hebe.

No era una persona fuerte, mucho menos la mejor luchadora, pero al menos lo intentaba.

—Tengo una exposición en el laboratorio de ciencias —espetó Maca e hizo una mueca.

Apretó todos sus papeles y carpetas contra su pecho, y varios mechones verdes se escaparon de su gorro de lana.

Sentirse Viva (#1 Sentirse Viva)Where stories live. Discover now