Capítulo 3

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—Aún no puedo creer que él te llamará en algún momento —Ale dijo con incredulidad mientras salíamos del colegio

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—Aún no puedo creer que él te llamará en algún momento —Ale dijo con incredulidad mientras salíamos del colegio.

Ya habíamos terminado nuestro período de clases por el día y, al parecer, solo había dos días en los cuales teníamos jornada completa; miércoles y jueves.

Quedarme hasta las cinco no era para nada de mi agrado.

—Pues tendrás que creerlo.

Me encogí de hombros y ajusté las correas de mi mochila.

Una brisa golpeó mi rostro e hizo que mechones volaran en direcciones opuestas.

Escuché el bufido de Maca a mi lado.

—Hasta yo puedo asimilarlo mejor que tú —se burló Maca a mi lado y el siguiente en bufar fue Ale.

—En vez de atacarse mutuamente podrían explicarme el porqué de su comportamiento hacia Esteban —les pedí y fruncí mi entrecejo—. Aún no me lo dicen.

Seguía insistiendo cada vez que tocaban el tema y aunque cada vez no me decían, no perdía nada seguir intentándolo.

Sentí sus miradas en mi rostro y volví mi vista hacia ellos.

—No creo que quieras oír eso —dijo Maca, negando con la cabeza—. Y como ya te hemos dicho anteriormente, no tenemos derecho a decirlo. Es su vida personal.

—¿Y cómo es que se enteraron ustedes?

Si no me iban a decir el gran secreto, al menos me podían decir la fuente.

Así tal vez podría encontrar algo.

—Eres tan olvidadiza, Hebe —Volví mi mirada hacia él—. Aún no puedes recordar el lema de este pueblo.

—¿Qué todo se sabe? —pregunté y él asintió—. ¿Así es como ustedes se enteraron? —Otro asentimiento de su parte.

Bueno, esperaba algo más concreto que solo rumores.

Sería más difícil sacar información de esa forma.

—Pero no hemos hablado de eso desde ese día y nadie en este pueblo. —La voz de Maca sonaba sincera y yo volví mi mirada hacia el frente.

Sería mucho más que difícil, al parecer.

Cruzamos la calle desierta de autos y caminamos en dirección a una heladería.

Me habían prometido un helado, cuando casi me matan con sus preguntas en el receso.

Respuestas a cambio de un helado era un magnífico trato.

—Si te llegas a enterar debe ser a través de él o alguien muy cercano, no por nosotros —habló Ale y cambió de tema con rapidez, como si no quisiera tocar ese suceso por nada del mundo—. Nick me ha dicho que hoy abren la feria.

Sentirse Viva (#1 Sentirse Viva)Where stories live. Discover now