Capítulo 18

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Mordí la punta de mi bolígrafo, mientras escuchaba a nuestro profesor de Historia hablar sobre los gobiernos en un periodo que ya había olvidado

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Mordí la punta de mi bolígrafo, mientras escuchaba a nuestro profesor de Historia hablar sobre los gobiernos en un periodo que ya había olvidado.

Maca, a mi lado, estaba más ensimismada en suspirar y ver al profesor por una razón diferente a querer aprender la materia.

—Si no fuera tan mayor estaría ligando con él, Hebe, hablo en serio —susurró en mi oído y reí por lo bajo, intentando que Félix no escuchara.

—Lo sé, Font.

Le di una mirada de soslayo y ella arregló su cabello, mirando fijamente hacia el frente.

Negué divertida y volví mi atención hacia el profesor, el cual comenzó a hacer un mapa conceptual en la pizarra, hablando sin parar.

Deslicé mi bolígrafo por la hoja de mi cuaderno, para comenzar a copiar lo que se creaba en la pizarra, cuando sentí una vibración en el bolsillo de mi chaqueta.

Comprobando que el profesor seguía ensimismado en su explicación, saqué el celular del bolsillo.

Una sonrisa involuntaria se formó en mis labios cuando me percaté que era un mensaje de Esteban.

«¿Te interesa una salida después de clases? Te paso a buscar, ya que no fui a clases».

«PD: Tu tía ya sabe. Me adelanté a eso, ups. Dice que está bien, siempre y cuando te entregue temprano».

Di una mirada de reojo hacia la pizarra y el profesor seguía dándome la espalda. Tecleé con rapidez, sintiendo el rostro de Maca más cerca de mí y mi celular.

«Suena como un plan. Me anoto».

—¿Me dejas clonar a Esteban, para tener una versión de él para mí?

Guardé mi celular en mi chaqueta y me encontré con los ojos de Maca.

Le di una sonrisa burlona.

—¿Qué hay de Cris?

Con mis palabras, un color rojizo subió hacia su rostro y me reí por lo bajo.

La había pillado.

—No hay nada con él.

Tomé mi bolígrafo y terminé de anotar el cuadro conceptual, cuando el profesor comenzó a preguntarnos cosas que él ya había explicado.

—Sí, seguro.

Escuché su bufido y nuestra conversación terminó, cuando una de las preguntas cayó en uno de los puestos de adelante.

El timbre sonó una hora después y guardé todas mis cosas en mi mochila, para dirigirme fuera de la sala junto a Maca.

Esta le hizo ojitos al profesor antes de salir, y no pude evitar reírme.

—Voy a averiguar si tiene algún hermano de nuestra edad. —Se hizo una coleta rápida y arregló su flequillo con los dedos—. Sí lo tiene, no descansaré hasta que sea mío.

Sentirse Viva (#1 Sentirse Viva)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora