Saga Elementos IV: Destino de Guerra

Capítulo 2: Diosa del Fuego.

Capítulo 2: Diosa del Fuego.

ISAURA

Mi mente leía y trabajaba sin parar, el dolor de cabeza era algo que parecía formar parte de mí y sabía que tenía que hacer para sobrellevarlo, pero no podía, no podía dejar de buscar información sobre nosotros, algo dentro de mí me decía que la victoria estaba en los libros.

Por eso desde que había llegado, no me había separado de los ellos. Ya me quedaban pocos para acabarme los que había en el sótano y pronto tendría que pedir más a Gadreel. Casi todos los que había leído eran sobre tácticas de lucha y como preparar bien a un ejército. Algunos de ellos hablaban de “Los Elementos” como seres mitológicos que solo existían para dar falsas esperanzas a la gente y otros como si fuesen dioses que llegarían y que con un dedo erradicaran el mal de la tierra. Todo inútil.

Pero si había cosas interesantes, en un libro me hablaron sobre la unión de almas, o como aquí lo llaman, el embrujo. Básicamente era lo que ya sabíamos, pero había algo que me llamaba mucho la atención y que ya había oído a Gadreel mencionarlo antes, la magia es un Dios. Casi todos los libros hablan de la magia como un ser físico, alguien que creó todo lo que ahora conocemos y al que habría que rezar.

Pero para mí todo esto era algo incomprensible, ¿cómo puede ser la magia un Dios? El concepto de magia cambiaría, no sería la causa de un hecho, sino el mismo hecho y eso era algo que de momento, no entraba en mi cabeza.

Por un momento perdí el hilo de lo que leía, algo en la sala había hecho que perdiera, mi ya de por sí, escasa concentración. Acaban de entrar Adalia y Dayan por la puerta y Kai los recriminaba por no haberle avisado de algo.

Nunca me enteraba de nada y me sentí algo molesta conmigo misma. Desde que había llegado no habíamos hecho nada los cuatro juntos y eso debía cambiar.

Dayan vino a mí y me besó, entonces me levanté y fuimos los dos donde estaban el resto.

- ¿Podríamos hacer algo esta noche? – todos me miraron con asombro, como si no se creyesen que estas palabras hubiesen salido de mis labios. – No sé, podríamos ir al bosque, encender una hoguera, llevar música, bebidas y practicar un poco, en plan divertido.

- ¿Bebidas y magia? Esto me recuerda a nuestros años de aprendizaje. – dijo Matt a Eve, pero ella parecía no saber de qué le hablaba.

- Yo me dedicaba a entrenar, por eso soy la mejor. – todos nos quedamos perplejos ante sus atrevidas palabras, parecía estar retando a Matt.

- ¿Me estás retando? – dijo sorprendido Matt

- Está claro que nosotros no podremos con ellos, así que tendremos que entrenar juntos. – le dijo Eve con una sonrisa de suficiencia – A no ser que tengas miedo.

Todos hicimos un ¡ohh! generalizado y eso avivó el ambiente. Ahora todos parecían más felices y con ganas de hacer algo, aunque fuese pegarse en un bosque por la noche y llenos de alcohol.

- Está bien Eve, pero no me le hagas mucho daño. – dijo Adalia mientras giñaba un ojo a Eve.

Eso le costó que la llevasen volando hasta la piscina y la soltaran ahí. Todos reían y yo la miraba, era mi hermana y a pesar de eso, ella se llevaba mejor con Eve que conmigo. Un pequeño brote de celos se posó en mi estomago y me prometí a mi misma estar más tiempo con ella.

Todos pasamos la tarde entre risas y juegos en la piscina. Fue divertido y lo mejor de todo, mi dolor de cabeza desapareció en el momento en que me despegué de los libros. Pero ahora tocaba prepararse para mi plan de salida nocturna.

Le había pedido a Dayan que llamase a Malak y le dijera que viniese, pero este rechazó nuestra oferta al igual que Derek, ambos preparaban el funeral de Shina y Dana, que sería pasado mañana.