Saga Elementos IV: Destino de Guerra

Capítulo 40: Un final para alguien.

Capítulo 40: Un final para alguien.

EVE

La visión no dejaba de sorprenderme, era como ver a Kai en el cuerpo de Alexa. Los elementos nos habían prohibido que colaborásemos en la destrucción de estos sombras, tan solo eran cinco y no les llevaría más de unos minutos. Pero al ver a Alexa manejando el agua como si fuese un elemento, con la destreza, la rapidez y el acierto que eso requería, hacía imposible no intervenir.

Cuatro sombras habían salido de la cueva justo en el momento en que el muro de fuego había caído del todo. Estos no paraban de lanzar ataques contra todo lo que veían delante, ni siquiera parecían apuntar a nada, tan solo bloqueaban la visión de… ¡MIERDA!

- ES UNA TRAMPA. – grite. – SON SOLO UNA DISTRACCIÓN.

Matt no tardó en verlo también y lanzó un ataque contra uno de los sombras que estaba más cerca a la entrada de la cueva. En mi opinión era un plan muy pobre, primer curso de defensa, preparar una distracción para un segundo ataque certero y no era la primera vez que usaba una estrategia así, la vez que me secuestró mandó a tres sombras para distraerme y así ella poder atacarme por detrás.

“Esta vez no te saldrá bien la jugada, puta. – pensé recordando todo lo que me había hecho sufrir.”

Adalia también fue rápida en ver la trampa, tan solo le hizo falta girar un poco la cabeza para ver como el mismo chorro de agua que le había ayudado a apagar su muro, iba ahora hacia ellos. Lanzó su propio chorro de fuego para detener su ataque, lo que provocó el sonido de una explosión al colisionar ambos poderes. Pero eso no fue lo más extraño que salió de esa unión, en cuanto ambos poderes se tocaron, el agua de Alexa se convirtió en una extraña fuerza de color negro que teñía las llamas de Adalia conforme Alexa ganaba posición. El resto de los elementos no tardaron en unirse a ella.

Mientras Leia y yo luchábamos contra los otros sombras que habían usado para distraernos, consiguiendo anular a uno de ellos, uno al que tenía especial ganas, era uno de los tres que me habían distraído momentos antes de ser secuestrada.

Alexa se lo estaba poniendo increíblemente difícil, los cuatro lanzaban sus poderes contra ella y de alguna manera, ella era capaz de aguantarlos.

No tenía sentido, ¿cómo había conseguido tal poder? Era una simple sombra, algo más espabilada que el resto y con un mejor control de sus poderes, pero no dejaba de ser una sombra normal y corriente. A no ser que… ¿la cueva podría estar ayudándola? Estaba claro que esa cueva era sombría, ¿pero transferir poderes?

Matt había conseguido acabar con el otro sombra que ayudó en mi captura, dejando al que creía que era el amante de Alexa y uno que nos acompañó en el viaje hasta aquí, uno que desde que le había conocido, siempre me había dado la sensación de que saldría huyendo en cuanto nos diésemos la vuelta, pero ahí está…

KAI

No era la primera vez que los elementos usábamos nuestro poder contra una sola persona, pero cuando lo hicimos la primera vez, el sombra se evaporó en el aire, en cambio esta zorra era capaz de aguantarnos.

- ¿Qué es lo que pasa? – preguntó Adalia con tono sofocada.

Estábamos usando toda nuestra fuerza contra ella y no solo no empatábamos, sino que nos estaba ganado.

La visión era de película de ciencia ficción. De mis manos brotaba un gran chorro de agua, de las de Adalia de fuego, de las de Isa un gran torbellino de aire y de las de Dayan, toda la tierra, incluida rocas, arena y alguna que otra rama. Pero nada de eso valía contra la masa oscura que brotaba de las manos de Alexa y que avanzaba cada vez más hacia nosotros.