Saga Elementos IV: Destino de Guerra

Capítulo 26: La historia importa, pero la búsqueda también.

Capítulo 26: La historia importa, pero la búsqueda también.

ADALIA

Durante un buen rato, todos los que ya estábamos en la casa nos quedamos petrificados ante lo que teníamos delante. La profeta, esa que había estado con los sombras, la que había bloqueado cualquier intento de su búsqueda y la que podía haber dado información para perjudicarnos, estaba aquí.

- ¿Qué hace aquí? ¿por qué no está detenida? – le pregunté a Gadreel con sumo interés y a la vez con una mezcla entre confusión y enfado.

- Dijo que tenía muchas cosas que contaros y bueno, no ha hecho nada malo que sepamos. – eso último lo dijo sin mucha confianza, el tampoco se fiaba de ella al igual que yo.

- Sé que os costará confiar en mí, pero sinceramente, no tenemos mucho tiempo para tonterías. – su tono era de lo más agresivo, ¿quién se ha creído que es? – Alexa está consiguiendo ejércitos de todas partes del país, tropas de Londres están ya en camino y aunque no os lo queráis creer, miles de sombras están cogiendo aviones hasta los Estados Unidos porque han oído rumores de guerra. No habrá campo tan grande para todos y si no actuamos rápido, miles de vidas humanas se perderán por el camino.

Vale, ahora sí estábamos petrificados. Sus palabras rebotaban en mi cabeza, pero mi mente no era capaz de asimilarlas. Aunque de aspecto, Isa era la que tenía peor cara de los cuatro, estaba pálida como la nieve, era como si de repente no estuviese aquí, sus ojos enfocaban a la nada y por más que Dayan intentaba llamar su atención, esta parecía un cadáver andante.

- ¿Cómo escapaste del supuesto ejército de Alexa? – seguía sin fiarme de ella.

- Te digo que gente morirá si no nos ponemos a trabajar, ¿y a ti te preocupa el cómo escapé? – me recriminó.

Yo era más lista que todo eso, no caería en el juego de evadir preguntas con acusaciones y otras preguntas, eso lo inventé yo ¡guapita!

- Sí, es exactamente lo que te he preguntado y es lo que quiero que contestes primero. – dije sin parpadear.

Todos la miraron esperando su contestación, era obvio que todos deseábamos oír su versión de la historia y sobretodo, si había dado más información de la necesaria en su secuestro. Pero para lo que no estábamos preparados, era para la contestación que recibimos.

- Me suicidé. Tuve que matar el cuerpo de la mujer a la que ocupaba, para que mi alma pudiese salir de ahí.

El señor Fruit se puso a dar palmadas de alegría, para él era como descubrir que todo su trabajo, toda su investigación, se empezaba hacer realidad por momentos. Pero yo ahora no sabía que pensar, ¿suicidarse para escapar de la mano de los sombras? era un gesto que podía indicar que estaba de nuestro lado, pero ¿y la vez que bloqueó nuestra búsqueda? ¿acaso eso no fue un acto para ayudar a los sombras?

- Chica Fuego, os di una misión e hicisteis lo que quisisteis. Os dije que buscarais el libro y os pusisteis a buscarme a mí. – me dijo sin que yo dijera nada, como si me hubiese leído la mente. – Yo no leo mentes, pero Madre es más sabia y sabe que cosas pasan por vuestras cabezas, ella es la que me dice que debo decir y por supuesto, también lo hizo cuando estaba secuestrada.

- Es decir, solo eres su marioneta, ella te dice y tú haces, sin cuestionar nada. – dijo Dayan algo extrañado.

- No me insultes, Tierra. Llevo vagando por el mundo más tiempo del que serías capaz de calcular y en ese tiempo he aprendido una cosa. – eso sonó a amenaza. - Ella es más lista que tú y que yo juntos. Sería una estupidez no hacerla caso. – al menos había una cosa clara, era una chica con carácter.