Capítulo 39: Hasta pronto.

32.4K 2.7K 507
                                    

Capítulo 39: Hasta pronto.

EVE

Apenas había notado el cuchillo de Alexa entrar dentro de mí, el resto de mis dolencias eran tan  grandes que bloqueaban mi capacidad para aguantar más dolor. Me sentía como si estuviese en otro plano de mi conciencia, veía y analizaba todo lo que pasaba a mí alrededor, pero era incapaz de moverme, incapaz de hablar, incapaz de seguir con vida.

- Eve cariño, lo siento pero te va a doler. – dijo la mejor voz del mundo.

Solo que para mi eran dos mensajes contradictorios. Mi mente asociaba esa voz con el amor, la ternura y la salvación, pero el significado de sus palabras contradecía todo lo anterior. A pesar de todo, si antes me creí incapaz de sentir más dolor, aquella voz cumplió con su palabra.

Fue como si desgarrara algo en mi interior, quizás hasta sea así. Ni siquiera chillé, ni me moví, eso hubiese sido peor, solo deje que el dolor me llevara hasta donde él quisiera, sabía que esto solo era cuestión de tiempo y que pronto todo el dolor pasaría.

Esa melodiosa voz volvió a hablar, o más bien a chillar, pero mi cerebro ya no tenía fuerzas para comprender esas palabras. Me estaba apagando, me sentía una de esas maquinas que funcionan con las pilas casi gastadas, iba consumiéndome poco a poco y cuanto más me consumía, menos dolor sentía.

De repente un rayo de dolor me cruzó por el costado, cosa que me activó ligeramente, lo suficiente para poder conseguir entender lo que pasaba a mí alrededor.

- Isa, tapona la herida. – dijo Kai.

¡Eso era! mi rayo de dolor eran las manos de Isa rozando mi herida. Debía de estar tumbada en algo duro, el suelo quizás… Notaba más manos encima de mí, pero mis ojos solo veían oscuridad, sentía que los tenía abiertos aunque todo estaba negro. 

- Aguanta cariño. – me susurró la melodiosa voz en mi oído.

Entonces sentí la segunda cosa que consiguió activarme ligeramente, sus labios encima de los míos. Fue como si su amor entrase en mí y ayudara a palpitar mi corazón, un corazón que ya apenas notaba, cuyos latidos los sentía torpes y lentos.

- Tenemos que darnos prisa, su pulso está decayendo. – dijo una voz.

Mi conciencia volvió a caer, la oscuridad envolvía cada parte de mi cerebro, era como una masa que mataba todo lo que encontraba a su paso y provocaba un dolor tan fuerte, que ya ni siquiera sentías por donde venía.

Una luz blanca apareció al final de tanta oscuridad, apenas era un pequeño puntito, pero se agrandaba a cada paso. Algo en mi interior me decía que ahí estaba el fin de mi dolor, que debía llegar a él si quería dejar de sufrir. Pero por otra parte, una terrible sensación se posó en mi estomago. Era esa sensación, la que solo la separación de Kai provocaba.

Debes regresar – dijo una voz que parecía llegar de cualquier sitio.”

Esa voz me era dolorosamente familiar. Solo escuchar esa voz hacía que me entraran ganas de seguir hacia delante. Era la voz de mi madre.

¿Mamá? – pregunté mentalmente.”

No es tu hora cariño – dijo ahora otra voz, una masculina, mi padre.”

¿Dónde estáis? Quiero veros. – ahora si estaba ansiosa por llegar a la luz y esta se hacía cada vez más grande conforme me acercaba, como si estuviese corriendo hacia ella.”

No puedes vernos, si decides hacerlo, ya no volverás. – me amenazó mi padre.”

“No quiero volver, ahí solo hay dolor. – me sentía una niña caprichosa que anteponía mi bienestar a… ¿a qué lo anteponía? ¿qué dejaba atrás?”

Saga Elementos IV: Destino de GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora