Viviendo Entre Bestias

58 - El Monstruo que hay en mi

—Tenia tantas preguntas y ahora no se por donde empezar — Digo mirando por la ventanilla.
William habia conseguido otro coche para poder ir seguros a casa.
Mico iba de copiloto mientras que yo me refugiaba en la parte trasera.

—Cuando sepas que preguntar, tendré respuestas para ti, ya no quiero tener que ocultarte nada— Sonreí. Lo que siempre quise fue que confiaran en mi.

—¿Qué es el juramento sagrado? Jacob quería decirme que era un lobo pero por el juramento no lo hizo.

—A la mayoría nos obligan hacer un juramento sagrado para no revelar lo que somos. — Hace una pausa — Además la directora no nos dejaba decirte nada a ti— Agrega.

—¿Wood casi rompe un juramento por tí?— Mico se da vuelta para mirarme. —¿Qué le hiciste a ese tío? — Pregunta divertido.

—Lo convirtió en alguien con sentimientos y que se preocupa por alguien más que él— Se burla Will. Ambos ríen.

—No sean así. Jacob no es tan malo.—Le defiendo.

—No, por supuesto. Solo le gusta romper huesos. — Comenta Mico sarcástico.

—Es su instinto de Lycan— Justifico.

—Quizas, los Lycan tienen a ser más agresivos que los demás pero no puedes negar que Wood tiene problemas de ira. No me malinterpreten, me agrada el tío pero su agresividad no es normal —Comenta Mico

—¡Oye! Se calmó desde la llegada de Elena — Agrega Will.

—¿Entonces era peor? — Ambos rien.

—Todos los días, estaba metido en líos. TODOS LOS DÍAS LE ROMPÍA ALGÚN HUESO A ALGUIEN. — Resalta Mico.

—Si, está un poco loco pero la mayoría de las veces era defendiendo a alguien. — Nos cuenta Will.

—Oh si, no pongo en duda su corazón noble solo digo que adora lastimar personas — Mico me hace reír.

—Sip, ese es mi Jacob. — Comento sin darme cuenta. Encuentro la mirada de Will en el espejo, cambio de vista.
—¿Porque no podemos llamar a casa y decirles que estamos bien ? — Pregunto.

—Porque podríamos darles nuestra ubicación a los malos —Responde Will.

—¿Crees que nuestros amigos nos buscaron? ¿O solo aceptaron el hecho que no volveríamos.?— Pregunto con tristeza.

—Conociendo a Jacob y Liam como los conozco, puedo decir con certeza que no ha pasado ni un día sin buscarnos. — Me dice mi amigo haciéndome sentir mejor.

—Se deshicieron de los brazaletes que teníamos de la escuela. — Comenta Mico. Miro mi muñeca, recién me había dado cuenta de eso. —Esos tienen un rastreador.

Mientras ellos seguían hablando, en algún punto me quedé dormida.

Volví a ese terrible lugar, el sonido de la electricidad me hace temblar del miedo.
Las luces rojizas parpadean tan hipnoticas que me siento mareada.

Camino sin rumbos entre los cuerpos, demasiada sangre y muerte en el aire.
Me inclino al reconocer a William entre los cadáveres, grito tan fuerte que muchos vidrios explotan.

Despierto de golpe, aún gritando de terror.

—Elena, calma!  —oigo la voz de Will y me siento más tranquila. — Solo ha sido una pesadilla. — agrega.

—¿Dónde estamos?—Pregunté incorporandome.

—En casa— Responde mi amigo estacionando el auto.
Mico abrió la puerta y bajó lentamente, Will hizo lo mismo después de unos segundos yo copié la acción de ambos.