2 - Conociendo a la Bestia

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Capítulo 2

“Conociendo a la Bestia”.

Mientras más se alejaba el coche del pueblito, más aterrador se volvía el paisaje.
Los árboles eran enormes y oscuros, el camino largo y solitario, pude oír el aullido de un lobo a lo lejos, lo que me hizo moverme incómoda en mi lugar.
Era como estar yendo hacia Sleepy Hollow, no me malinterpreten amo este tipo de sitios, pero no dejaba de ser inquietante.

—No estuvo tan mal, ¿Verdad?— Preguntó mirando la bandita en mi brazo. Asentí sonriendo tímidamente.
Había estado más de tres horas en aquella clínica. Me habían hecho muchísimos estudios y me habían visto varios profesionales.

Al bajar me encuentro con un enorme Castillo.
Era muy antiguo y majestuoso.
Tan bello que parecía salido de un cuento fantástico. 
Me quedo un segundo contemplando todo a mí alrededor.

Las plantas trepadoras llegan hasta lo más alto de la torre ocultando por completo los muros, enormes raíces se alzan por las alturas, y las rosas blancas perfuman el aire con su aroma.
Estoy asombrada, es como entrar en uno de mis libros favoritos. 

Veo a un par de chicos con libros entre sus manos, mientras otros charlan entre ellos.
No puedo ignorar lo bien que se ven sus uniformes de un color Azul oscuro, algunas chicas llevan faldas, otros pantalones largos.
Es bueno saber que puedo elegir entre dos opciones.

Aquí afuera huele a tierra húmeda, rosas y algo más que aún no identifico.
Puedes sentir el aura oscura que rodea este lugar.
Era muy bello pero con tintes de terror, como en una historia de Tim Burton.
La niebla densa llega hasta el límite del patio, donde los árboles y el bosque tenebroso comienza.

La chica baja mis valijas y camina hacia la entrada.  La sigo observando cada detalle.
Las puertas eran increíblemente altas, de madera y al cruzarlas pude sentir el olor a historia que emanaban los muros o tal vez solo era moho y humedad.

—Bienvenida a Archer Ross, Academia para niños Prodigiums.— Me dice emocionada. Le regaló una pequeña sonrisa fantasma.
—Este es el hall, puedes estudiar aquí o solo pasar el rato— Había sillones enormes junto a una chimenea.
Las pinturas colgadas con retratos feos me erizaron la piel, también había varias estatuas, las cuales no le encontré mucha forma y un par de medallas y trofeos en una vitrina.
Bueno, no solo un par… muchísimos más.
Se giró y siguió el recorrido.

—Al final del pasillo encontrarás los salones de clases, ahí comienza la escuela — Apunta por un pasillo largo que se encontraba a un costado, camina un poco más
—Este pasillo lleva al gran comedor.  La comida se sirve a horarios sin excepciones. —Me entrega unas hojas.
—Son las reglas. Deberás Aprenderlas. — Se gira.  — También están los horarios y tus clases. Por aquí, están las habitaciones— Empieza a subir las escaleras.
Los demás alumnos me miran y susurran cosas, fingen no verme, pero aun así puedo darme cuenta de que llamo su atención, soy absolutamente lo opuesto a ellos.
Solo he visto un puñado de estos niños y son todos bellos.
Jodidamente bellos, como en un experimento o algo así.

—Tus clases comienzan a las ocho en punto, No llegues tarde o tus profesores no te dejarán ingresar.— sigue avanzando las infinitas escaleras.
—La casa este es propiedad de los muchachos y el sur de las niñas. Tienen prohibida la entrada a los dormitorios de sus pares y nadie ronda el castillo después de las nueve de la noche— Salimos de las escaleras y caminamos por los pasillos
—¿Alguna pregunta? —Volteando a verme.

Niego lentamente, y sigo tirando de mi equipaje.

La habitación que abre está desordenada y con mucho olor a dulce.

Viviendo Entre BestiasWhere stories live. Discover now